Marc Tur, técnico del Govern y ex director de la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor de Balears, recibió una llamada el pasado martes. El número de teléfono era el mismo que el de su banco. Una mujer que se presentó como Celeste González le informó, en español con acento sudamericano, que una pareja había clonado su tarjeta de crédito y estaba intentando comprar un móvil en Sevilla. «A las 17.15 me llamaron para decirme que habían detectado ese intento de compra. Me facilitaron los nombres y apellidos de esas personas y me comentaron que estaban haciendo uso de mi tarjeta de forma fraudulenta», cuenta.
Marc decidió anular su tarjeta. «Accedí a mi cuenta de banca online y vi que no había ningún movimiento. La mujer me pidió que no colgara para intentar bloquear la operación. Es decir la estafadora me estaba ayudando a parar una estafa». La mujer sabía la cantidad que había cobrado de su nómina. La interlocutora, según consta en la denuncia interpuesta en la Policía Nacional, le comentó que al tener identificadas a las dos personas podrían probar a engañar a los autores, por lo que le solicitó que accediera a la aplicación Wallet de su banco. El hombre no pudo entrar y la mujer le dijo que la desinstalara y la volviera a instalar. Una vez descargada, la ciberdelincuente le pidió que hiciera una prueba de envío de dinero utilizando el servicio Instant money. A la víctima le remitieron los códigos a través de SMS en el mismo cuerpo de mensajes en el que recibe las notificaciones de su banco.
En ese momento se le descontaron 300 euros y se lo comentó a la operadora. La mujer le dijo que no se preocupara porque se trata de un control de movimientos fraudulentos y que le daría un número de incidencia para acudir a su banco. Marc realizó la misma operación una segunda vez y le descontaron otros 300 euros. El hombre, durante la llamada, accedió a su banca online y comprobó que le faltaban 600 euros. «Cuando me doy cuenta de que me acaban de estafar me encuentro a una trabajadora del banco y me dice que anule las tarjetas a través del mismo número que me había estafado». Tur acudió al día siguiente a su entidad bancaria y le explicaron que hay un fraude llamado spoofing en el que los ciberdelincuentes suplantan la identidad del banco. «Me parece un método que genera bastante indefensión porque es el mismo teléfono del banco y luego te envían SMS al mismo cuerpo de mensajes».