Dos agentes de la Policía Local de Manacor están citados a declarar en las próximas semanas como imputados en un juzgado de Instrucción por los disparos que realizaron en septiembre de 2021 a un hombre que les amenazó con un arma blanca en una casa de campo en la carretera de Porto Cristo tras ser avisados de que el mismo individuo quería quitarse la vida. La Policía Nacional abrió una investigación para determinar las causas exactas de lo ocurrido. Sus informes ya obran en poder de la autoridad judicial.
Según fuentes judiciales, el abogado del herido, que acabó operado de urgencia y posteriormente detenido, denunció la actuación de los funcionarios al comprobar que los informes periciales apuntan a que cuando el hombre, español de 32 años, recibió cuatro balazos, uno de ellos en el abdomen, no portaba ningún cuchillo. De los disparos que salieron de las armas de los dos policías locales, tres de ellos impactaron en las piernas. El restante es el que hizo creer al entorno del varón que la actuación de los agentes no fue la adecuada. Tal y como sostienen la bala tenía una trayectoria descendente –por lo tanto muy extraña–, ya que entró por la zona de la barriga y salió por una de sus extremidades inferiores, alcanzando la femoral. Los médicos que le operaron en el hospital llegaron a temer por su vida.
Los hechos tuvieron sobre las 17.00 horas del 22 de septiembre de 2021. La Policía Local de Manacor recibió un aviso de que había un hombre muy alterado en una casa de campo ubicada en la carretera de Porto Cristo. Este amenazaba con quitarse la vida con un cuchillo y en ese momento se encontraba en compañía de su pareja sentimental. Los agentes se personaron en el lugar junto a una ambulancia medicalizada, ya que la situación era de riesgo extremo. Cuando los funcionarios llegaron a la finca hallaron al varón con un arma blanca en su mano en actitud muy agresiva. Los policías trataron de calmarle y convencerle de que lo mejor era que tirara el cuchillo y hablara con ellos. De repente el hombre, siempre la versión oficial de los agentes, se revolvió contra ellos. En ese momento estos realizaron cuatro disparos contra el individuo, tres en la rodilla y uno en el abdomen, en defensa propia. La defensa del herido, que también figura como imputado, sostiene que la actuación de los policiales fue desproporcionada. En unos días se verán las caras en un juzgado de Manacor.