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De paellas llenas de coca a una valla

| Palma |

Las declaración de ‘los Juanes' sirvió para recordar los grandes momentos de la instrucción que hasta ahora no habían llegado a juicio. El testigo que decía que José María Rodríguez tenía una plantación de marihuana, la agenda falsa de la ‘madame' de un burdel, las paellas de cocaína en un torneo de pádel o la imputación de un homicidio a Cursach de un señor cuya muerte el mismo juzgado sabía que fue una sobredosis. Una carta de ‘El Ico' en el que pedía un habeas corpus: decía que Penalva le había prometido que iba a quedar en libertad y seguía en la cárcel. Otro episodio: el testigo que fue expulsado del juicio declaró por primera vez en 2015. Solo habló de un policía local. Dos años después le visitaron en su casa dos agentes de Blanqueo y le convencieron de que le perseguían para quitarle el bar.Otro testigo aseguró que Cursach recibía droga de un vuelo directo Palma-Bogotá de Air Berlín. Nunca se existió esa ruta.

Investigación cortada por el TSJIB

Los dos policías admitieron que podrían haber ahondado en la investigación y en otros episodios. No lo hicieron porque el presidente del TSJIB y juez instructor de la causa, Carlos Gómez, apremió para que terminaran, según dijeron. Tampoco les dejaron investigar antes. Tras averiguar que la ‘madame' había mentido, se ofrecieron a Penalva para intervenir sobre otros testigos. No quiso.

La acusación menguante

Ahora mismo, Cursach se sienta en el banquillo por una valla detrás de BCM (en la foto). Ángel Ávila, que le reclamaba de inicio 9,5 años de cárcel y 8,5 millones de euros, se retira y solo acusa a Sbert. Solo queda viva la acusación de Magaluf Boulevar, cuya abogada, Teresa Bueyes, ayer no compareció en el juicio. No le debía interesar la declaración de ‘los Juanes'. Los dos policías que quedan solo están por la supuesta amenaza a una clienta de un bar. La mujer lo negó en el juicio. El tribunal intenta ordenar lo que queda de juicio.

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