El asesino confeso de Juana Canal, Jesús P.H., fue detenido en abril de 2006, tres años después del crimen, por malos tratos a su actual pareja tras presuntamente agredirla en una gasolinera de Getafe (Madrid) «en presencia de sus hijos menores». Así consta en el sumario del caso, al que ha tenido acceso Efe y en el que figuran otros antecedentes policiales del presunto criminal, como dos detenciones practicadas por la Guardia Civil en diciembre de 2003 y mayo de 2004 por delitos contra la seguridad vial y otros.
Sin embargo, Jesús P.H. no fue condenado por los hechos relacionados con los malos tratos a su actual pareja, con la que comenzó una relación apenas un mes después de la desaparición de Juana Canal, cuando también abandonó su trabajo como taxista y se integró en el negocio de venta de comida ambulante regentado por la familia de su nueva novia. Con ella ha mantenido una relación sentimental de casi veinte años, tiempo en el que ha tenido dos hijos y no ha relevado a su entorno, según creen los investigadores, el crimen que confesó en la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila la madrugada del pasado jueves.
Al día siguiente, Jesús P.H. también declaró ante la jueza de Ávila que ha instruido el caso en sus primeros pasos, quien decretó la prisión provisional sin fianza para el arrestado y se inhibió en el Juzgado Decano de Madrid, donde se prolongará el procedimiento judicial. En su detallado testimonio, el asesino confeso de Juana Canal relató que discutió por dinero con la que era su pareja durante la noche del 22 al 23 de febrero de 2003, cuando, después de presentarse la Policía en el piso donde ocurrieron los hechos, la mató supuestamente de un golpe y descuartizó el cadáver en la bañera, todo antes de transportarlo y enterrarlo en las proximidades de una finca familiar ubicada en Ávila.