Dos detenciones en dos días. Y ambas relacionadas entre sí. La Policía Nacional arrestó la madrugada del pasado martes a un okupa acusado de amenazar de muerte a otro en una finca de Son Reus, en Palma. La víctima había avisado horas antes al 112 de que habían violado a otra moradora en la vivienda y apuntó directamente hacia el detenido, que no se lo perdonó.
El sospechoso, de nacionalidad española, es un conocido delincuente que, según fuentes judiciales, ha estado los últimos años en prisión condenado por «delitos graves». Los hechos se remontan a la madrugada del lunes en una finca rústica okupada en el Camí de Son Reus. El perjudicado telefoneó a Emergències para explicar que otro de los residentes en la vivienda le había amenazado con un cuchillo tras colarse en su habitación y le había dicho que le «iba a cortar el cuello».
Una patrulla de los ‘zetas' se personó en el lugar y encontró al requeriente en un descampado, al que se dirigió tras huir del agresor. El perjudicado, temblando de miedo, explicó a los agentes que el ataque del hombre estaba motivado porque él avisó dos días antes de que había violado a otra okupa en el inmueble.
Tras escuchar la versión del varón, los policías acudieron a la casa y allí detuvieron al sospechoso, acusado de amenazas graves y allanamiento de morada. Al saber que iba a ser arrestado, el hombre, apodado Mortadelo, dijo a los funcionarios: «Se me ha escapado esta vez, pero tarde o temprano lo voy a matar. Me da igual volver a prisión, pero ese tío es hombre muerto», exclamó. El anterior arresto del hombre se remonta a dos días antes, al 23 de octubre. La víctima de las amenazas avisó al 112 de que un hombre había violado a una amiga suya en la casa que habían okupado.
Al acudir una ambulancia a la finca los sanitarios detectan lesiones compatibles con una agresión sexual y la trasladan a Son Espases. La mujer relató después a los agentes que el atacante era «muy violento». Fue detenido y puesto en libertad poco después.