La sesión de este viernes del juicio del 'caso Cursach' tiene un único testigo, el actual jefe de la Patrulla Verde de la Policía Local de Palma. El tribunal ha reservado una mañana entera para esta declaración, que tuvo que ser aplazada el martes porque no dio tiempo. Como se prevé que sea una de las más tensas de las que se han dado hasta ahora se le ha dado una jornada completa.
El testigo tiene que acreditar que él, su hermano y otro agente de la Patrulla Verde fueron coaccionados para cambiar un acta de precinto al Megapark y al Don Quixote, ambos locales de Cursach en junio de 2007. Es el episodio en el que más se está centrando la Fiscalía que, inicialmente sostiene que demuestra la conexión del empresario con la cúpula policial. Su hermano contó que, tras la actuación fueron reunidos en un despacho por el jefe de la Patrulla, Gabriel Torres y el intendente Joan Mut que les pidieron cambios en las actas. Sin embargo, el otro agente que participó declaró que no existió coacción alguna en esa reunión. Las defensas argumentan que la clausura contradecía una orden judicial y sostienen que los testigos mienten y que eso quedó acreditado en un procedimiento penal contra el Grupo Cursach por desobediencia que fue archivado en 2010.
Final de la sesión
Termina la sesión del día. El juicio se retoma el lunes cuando comparecen algunos de los empresarios denunciantes.
Tinta Roja
La defensa de dos policías locales pregunta por un mensaje que el testigo admite que envió al fiscal Subirán. En él le dice que «tenga cuidado». El motivo fue una píldora del Tinta Roja que publica Última Hora. En ella se recogía el enfado de la mujer de uno de los policías, que estaba en prisión preventiva y que estaba dispuesta a denunciar al fiscal y al juez Penalva. A partir de ahí, Subirán llama al policía que testifica por si sabe algo sobre amenazas. Le responde que no. Subirán se enfada, le bloquea el teléfono. Al día siguiente le cita para declarar el Grupo de Blanqueo de la Policía Nacional. La defensa de los policías plantea si esa declaración se aportó al día siguiente en una vista que había en la Audiencia Provincial. En ella se debatía la puesta en libertad de los dos agentes. Subirán aportó documentos para justificar que eran una amenaza hacia los investigadores, algo que recogió la Audiencia en el auto que les mantenía en prisión.
Droga
El testigo corrige un punto de su declaración judicial. Aclara que la Patrulla Verde de la Policía Local no recoge nunca droga cuando hace inspecciones en los locales, que es competencia de otros grupos.
Relación con Subirán
El abogado de Sbert interroga al testigo por su relación con el fiscal Subirán. "Durante un par de años pudimos salir dos o tres veces a cenar«. »¿Durante la instrucción judicial? ¿Con la causa bajo secreto?« »Creo que sí".
Reunión con Sbert
«Me llamó el señor Mut y en su despacho estaba también el señor Sbert. Volvió a referirse sobre lo mismo. En una situación que yo siempre le recriminé. Me estaba haciendo una especie de presión delante del afectado por mi actuación.»
Auto judicial
El testigo dice que «sin duda se incumplía un auto a través de una triquiñuela». Relata su reunión con sus jefes. "Una fue con Torres y Mut, que nos reunió a los tres agentes, nos vinieron a decir que habíamos hecho mal el trabajo y que querían protegernos en cierta manera, que teníamos que modificar acta y atestado". La modificación era en el sentido que el Megapark no tenía música. Lo que ocurre es que la música se proyectaba desde el Don Quixote al Megapark, que no tenía licencia.
Contradicción
El fical inicia el interrogatorio al testigo. Le hace ver que en instrucción djo que había sido denunciado por Cursach y que estuvo años en un procedimiento judicial por haberlos denunciado. Ahora aclara que fue a declarar en una causa por desobediencia en la que el denunciado era el Grupo Cursach. El testigo intenta aclarar que, cada vez que iban a declarar en el juzgado de Instrucción, el abogado defensor de la empresa les acusaba de haber falseado informes y que él sentía que eso era una denuncia.