De forma concienzuda, la presidenta inicia cada interrogatorio con un ¿quién es quién? Y pregunta al testigo si conoce a cada uno de los acusados. Se ahorraría tiempo si preguntara directamente si fue amenazado por el fiscal Subirán. Son ya siete los testigos, la mayoría policías locales, que hacen un relato muy similar de qué ocurría en el despacho de Instrucción 12. El mensaje era, o cooperaban o irían a prisión. El fiscal era quien introducía datos y hechos que ellos confirmaban por miedo a la detención.
Preguntas sobre las preguntas
A cada testigo que matiza lo que dijo en instrucción sigue el mismo esquema. Fiscalía toma nota. La acusación particular que representa a los empresarios de Calvià, Teresa Bueyes y su compañero preguntan en defensa de la instrucción. En concreto si los testigos leyeron y firmaron aquellas declaraciones. Ellos contestan que no, que salían pitando de allí. El abogado de Sbert, Antonio Martínez, ahonda luego: si la causa estaba secreta y si había secretario judicial. Sí a lo primero, no a lo segundo. Material para otros juicios.
Un juez alto, moreno y de pelo rizado
Subirán llamó por teléfono a uno de los testigos de este miércoles. Estaba imputado en el TSJIB y grababa conversaciones telefónicas para que le dijeran que no había manipulado a nadie. El testigo dice que se negó a hablar con él y que, más tarde fue al tribunal para contar y que se había sentido intimidado. Habló con un juez alto, moreno y de pelo rizado. ¿Quién es quién?