No son unos okupas comunes. Los ‘inquilinos' ilegales de la antigua entidad bancaria de la avenida San Fernando tienen PlayStation 5, televisión de última generación, piscina para combatir las altas temperaturas y aire acondicionado.
El perfil de esta okupación resulta un tanto inusual y la media de edad no supera los 30 años. Desde hace tiempo, el local se ha convertido en un nido de conflictos, consumo de sustancias estupefacientes y tráfico de drogas. Es más, también se tiene constancia que sirve de refugio para los menores fugados de centros de internamiento o de menores tutelados. Los residentes de los edificios colindantes son plenamente conscientes de la conflictividad que genera su presencia en la barriada y el consumo de drogas. «Se pasan todo el día y toda la noche fumando porros. Tenemos que cerrar las ventanas porque resulta insoportable esta situación. Lo más curioso, es que campan a sus anchas y lo hacen justo enfrente del cuartel de la Policía Local de Palma», añade una vecina.
A las 23 horas del pasado miércoles se produjo un nuevo incidente que acabó con la detención de un joven traficante de 18 años. Los vecinos alertaron a los equipos de emergencia porque en la calle se estaba produciendo una pelea entre varias personas. A la llegada de los primeros coches patrulla, los agentes de la Policía Nacional descubrieron que se trataba de un riña originada entre un vendedor y un cliente de droga. Cuando los funcionarios policiales trataron de identificar a las partes en conflicto, uno de los chicos no llevaba la documentación encima. Por ese motivo se le acompañó hasta el interior del antiguo banco, que se encontraba a escasos metros del lugar donde se originó la pelea. Una vez en el interior del mismo, detectaron 30 gramos de marihuana, siete bolsas de hachís, dinero en efectivo, pastillas de éxtasis, armas blancas y una pistola de fuego simulada.
Al parecer, según información policial, la víctima acudió al citado local para comprar droga. Tras adquirir su dosis decidió quedarse allí mismo para consumir lo comprado y beber alcohol. En un momento dado, se dio cuenta de que le faltaba la botella de alcohol que había llevado y le recriminó a los presentes que se la hubieran robado. A partir de ese instante, se inició una acalorada discusión que fue creciendo hasta que llegaron a las manos. La agresión se produjo fuera del local, concretamente a la altura del número 41 de la avenida San Fernando. Finalmente, se detuvo al traficante y se incautó toda la droga y armas localizadas en el local. La Policía Nacional ha iniciado una investigación para acabar con el punto de venta de droga.