El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena de prisión permanente revisable que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), y que confirmó a su vez la Audiencia de Barcelona, impuso a un hombre por violar y asesinar a una niña de 13 años en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en 2018. En la sentencia, recogida este lunes por Europa Press, asegura que el autor, «aprovechando que la menor bajaba sola las escaleras de la casa de sus abuelos, la interceptó y la introdujo en su domicilio en contra de su voluntad».
Asimismo, constata que el hombre se abalanzó sobre la menor «con la intención de atentar contra su libertad sexual y lo llevó a cabo amenazándole con un cuchillo», y que posteriormente la asfixió, hasta acabar con su vida. El hombre fue condenado a siete años de prisión por un delito de agresión sexual y a prisión permanente revisable por asesinato con alevosía y con ensañamiento. Los magistrados han asegurado que no se trató de una muerte por un accidente, o por una enfermedad, sino por la conducta perversa de una persona, y han señalado «la maldad brutal sin finalidad». Han recordado que «la manera de acabar con una vida por asfixia es lenta, agonizante, consciente y cruel», y que hubo crueldad por las contusiones y heridas de arma blanca.
La defensa del acusado aseguró en el juicio que él «pensaba que se estaba defendiendo de un ladrón que estaba en su casa», después de haber consumido una gran cantidad de alcohol y cocaína y que, sin querer, la mató. Sin embargo, la acusación particular aseguró que el crimen «es la obra de una persona calculadora y que sabía perfectamente lo que estaba haciendo», y mantuvo que después de asfixiar a la menor la acuchilló varias veces para que las heridas coincidieran con su versión de que la había confundido con un ladrón del que intentó defenderse.