Dos hombres y una mujer irán a juicio por poner candados a sus inquilinos de una finca situada en el polígono de Llucmajor tras no pagarles. La Fiscalía pide dos años de cárcel para cada uno por un supuesto delito de coacciones y que indemnicen a las víctimas por los desperfectos ocasionados en la vivienda.
Los hechos tuvieron lugar en día indeterminado entre el 8 y el 22 de septiembre del año 2020, según recoge el Ministerio Público en su escrito. Los acusados se pusieron de acuerdo para dirigirse a la finca rústica, propiedad de uno de ellos, que había arrendado a un matrimonio con cuatro hijos desde el 15 de enero de 2016.
Extranjero
Entre el dueño de la vivienda y la renta surgió una enemistad a raíz del impago del alquiler correspondiente a los meses de abril, mayo y junio de 2020. El acusado, junto a una mujer y un joven, aprovecharon que la familia se encontraba de viaje fuera de España para impedirles el acceso a la finca. Los procesados, «con ánimo de amedrentarles», tal y como señala la Fiscalía en su relato, colocaron candados en las puertas y en las ventanas, cambiaron las cerraduras e inutilizaron el motor de la verja corredera eléctrica de la entrada principal. Los inquilinos regresaron de viaje en torno a las 19.00 horas del 22 de septiembre y se encontraron con la desagradable sorpresa. La familia tuvo que saltar la valla y romper todos los candados para poder entrar en el domicilio.
A consecuencia de estos hechos, los acusados ocasionaron daños en la casa que la perjudicada valora en 1.173 euros, pero no han sido tasados por un perito en el procedimiento judicial. El 23 de septiembre, sobre las 9.30 horas, los acusados volvieron a la finca en la que se encontraba solo el hijo de la arrendataria, de 14 años, y el dueño de la vivienda le hizo una serie de comentarios como: «¿Qué haces aquí, sal de mi casa, voy a llamar a mi abogado porque habéis roto los candados» o «¿Dónde están tus padres?».
Encerrado
Los dos hombres y la mujer paseaban un perro en el momento de realizar los comentarios, «creando una situación de temor» en el adolescente, señala en su escrito la fiscal Lidia Del Valle. El menor se encerró en la sala de estar del domicilio hasta que acudió su padre.
El apunte
Aplazado ante la incomparecencia injustificada de dos policías
El juicio contra los tres acusados estaba señalado ayer a las 12.30 horas en el juzgado de lo Penal número 3 de Palma, pero se suspendió ante la incomparecencia injustificada de dos policías locales de Llucmajor. Uno de los agentes manifestó que no se acordaba de la vista oral y el otro no pudo ser localizado.