Se citaron en la academia de Rafa Nadal, pero no fue para jugar a tenis ni para ver el museo o las instalaciones. El hombre, de origen venezolano, esperaba que un hombre y una mujer procedentes de Brasil le entregaran 166 dátiles de cocaína en el centro de alto rendimiento que tiene el tenista en Manacor. Allí donde jóvenes promesas intercambiaban golpes de raqueta ellos iban a realizar otro tipo de intercambio: droga por dinero. La sustancia estupefaciente que la pareja transportaba oculta en su organismo desde Sudamérica, sin embargo, nunca llegó a su destinatario.
El 27 de noviembre de 2019, un guardia civil del aeropuerto de Palma observó «muy nerviosos» al hombre y a la mujer encargados de llevar a cabo la entrega de la cocaína. Venían de Brasil tras haber hecho escala en París y Barcelona. Los pasajeros le dijeron que iban a la academia de Rafa Nadal porque les gustaba mucho el tenis. El agente no les dio mucha credibilidad y los detuvo. La pareja expulsó 83 bellotas cada uno en el hospital y confesaron todo. El peso de la droga arrojó un total de dos kilos.
El hombre explicó a los investigadores que él y su compañera eran mulas y que un tercero les esperaba en la academia del tenista en Manacor. Les facilitó el nombre y la descripción física de la persona con la que habían quedado. Venezolano, de complexión gruesa y unos 30 años. Todas las características coincidían con el sospechoso, que en el juicio negó haber gestionado el transporte de la cocaína. «El acusado insistió en que estuvo con su padrino de turismo, pero basta observar las fechas de las estancias y los hoteles, especialmente el de la academia de Rafa Nadal, para concluir que lo que venían a hacer era preparar la entrega de noviembre», indica la Audiencia de Palma en su sentencia. La fecha de reserva en el hotel coincidía con el día en que la pareja se había citado con el individuo.
El tribunal de la Sección Primera ha condenado al hombre a seis años de cárcel y multa de 235.690 euros, la misma pena de prisión que aceptó la pareja que trajo a Mallorca el alijo oculto en su organismo. El acusado estuvo en la Isla el día 27 de noviembre y en París el 24 y no dio explicación alguna. Sólo respondió a las preguntas de su defensa. «La pareja también aterrizó en París, desde Brasil, para luego llegar a Mallorca vía Barcelona.
Esto solo puede justificarse por realizar el procesado un control del transporte llevado a cabo por la pareja y asegurar que se estaba realizando correctamente». Y que iba a ser recogido por él en la academia de Rafa Nadal, donde unos golpeaban pelotas con raquetas ellos iban a pasar otro tipo de bolas. De cocaína.