Marta Fernández pasaba la mopa por la zapatería Destaka, en la calle Sindicato de Palma, cuando de repente ha escuchado un estruendo alrededor de las diez de la mañana en una finca que están rehabilitando. «He escuchado bum-bum-bum y he visto polvo por todo». El balcón de piedra de un tercer piso del edificio ubicado en el número 42 se ha derrumbado y, tras rebotar en un andamio, ha impactado contra un matrimonio de franceses que caminaba por la zona. La plataforma metálica de color verde que utilizan los obreros como ascensor para subir materiales ha golpeado contra la balaustrada y ha provocado su desprendimiento, según las primeras hipótesis de los bomberos.
«Hemos metido a la mujer en la tienda de enfrente y hemos llamado a los equipos de emergencias. Ella todo el rato preguntaba por su marido. Los cascotes le han golpeado en la espalda y el hombro. Ha intentado dar dos pasos, pero se ha caído», ha explicado la dependienta de la zapatería, que ha auxiliado al matrimonio junto a otros comerciantes. «Todo ha sido muy rápido y los dos estaban muy afectados. Este edificio tendría que estar más protegido, no hay ninguna malla de protección ni de seguridad, podría haber sido una desgracia muy grande si hubiera ocurrido a hora punta», lamentaba. La víctima, de 58 años, se había desorientado a consecuencia de las lesiones y preguntaba todo el tiempo por su marido. «Al hombre le he dicho que se sentara porque tenía una herida en el cuello».
La Policía Local de Palma, bomberos y ambulancias, se han desplazado con urgencia hasta el lugar para atender a la pareja y los han trasladado a un centro hospitalario. Los agentes han cortado la calle y han pedido a los establecimientos que cerraran ante el riesgo de que hubiera más desprendimientos de cascotes.
Cati, de la tienda de maletas Katrin, limpiaba los restos de marés que caen de la fachada del edificio que lleva más de un mes en obras. «Estaba en el mostrador cobrando a un hombre que iba con sus hijos y no he visto cómo ha caído el balcón. He escuchado el estruendo y he visto a una mujer tendida en el suelo», ha contado antes de bajar la persiana por orden de los policías locales.
Uno de los testigos, Blas Perdigón, caminaba por la calle Sindicato cuando ha tenido lugar el accidente. «Venía del banco Santander y no me ha cogido de milagro», ha dicho. «Las ambulancias han llegado enseguida». El andamio sobre el que han caído los cascotes ha quedado abollado por el impacto. Los albañiles, que han seguido trabajando tras el accidente, han retirado a las 11.25 horas los restos de balcón que invadían la vía pública y las tiendas han vuelto a abrir.