La fiscal encargada del supuesto asesinato de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcelas a manos de Jorge Ignacio P.J. ha expuesto este lunes su informe ante el jurado popular que juzga al acusado y ha manifestado: «Las víctimas, todas ellas prostitutas, han sido un blanco muy fácil para los juegos sexuales del acusado», al que ha descrito como un «depredador sexual». Así mismo, ha aseverado: «Esto es un asunto de perversión, maldad y sadismo». Jorge Ignacio P.J., acusado también de intentar matar a otras siete mujeres más en el periodo de 15 meses, desde verano de 2018 hasta el 7 de noviembre de 2019, se enfrenta a la prisión permanente revisable, tal y como reclaman algunas acusaciones particulares.
Él siempre ha defendido su inocencia y ha aseverado que todo fue un accidente. Por su parte, Fiscalía reclama para el acusado 120 años de prisión, 10 años menos que lo que requería inicialmente tras retirarse una de las víctimas como acusación, que no quiso declarar en el juicio. Le atribuye tres delitos de homicidio y 10 abusos sexuales. En concreto, la fiscal reclama 15 años de prisión por la muerte de Marta Calvo y una indemnización de 90.000 euros para la familia; y la misma pena por los fallecimientos de Arliene Ramos y Lady Marcela. Respecto a las supervivientes, otras siete víctimas, pide 10 años de cárcel por cada una de ellas por los delitos de abusos sexuales con la circunstancia agravante de género. Además, le atribuye un delito continuado de tráfico de drogas por el que le pide otros cinco años de prisión. La fiscal ha recordado que este caso se inició en verano de 2018 con la primera víctima, aunque se ha mostrado convencida de que «hay más mujeres, pero ellas no quieren venir a declarar por el hecho de lo que son», ha lamentado.
El ministerio público ha pedido al jurado que no olvide los nombres de las víctimas en este procedimiento, «quienes han hecho una declaración compacta desde el primer hasta el último día» y ha resaltado que pese a que las relaciones sexuales entre acusado y víctimas eran consentidas, puesto que se estableció un contrato de contraprestación económica, «lo que no era consentido era el hecho de colocar droga por la vagina y el ano» de las mujeres, ha recalcado. «Aquí, no es no. Tan fácil como eso. Mantengo una relación contigo y quiero fiesta blanca, pero sabemos lo que es, no lo que tú haces», se ha referido a Jorge Ignacio. «Lo que hacía el acusado era un juego sexual que le debía llenar pero que perjudicó a muchas mujeres que han comparecido aquí», ha agregado.
La fiscal se ha referido al 'modus operandi' del acusado y ha manifestado que quedaba con sus víctimas tras contactar con ellas por teléfono o a través de aplicaciones; establecía como condición hacer una fiesta blanca y les introducía droga en sus partes íntimas pese a su oposición: «Ellas acudían a la cita pensando que fiesta blanca era sexo y cocaína, lo que no se esperaban era que la cocaína llegara en rocas o piedras y que se las colocaran en sus órganos genitales», ha dicho. «Nos encontramos, así, con el caldo de cultivo perfecto para el acusado: no hay testigos más que las víctimas y tiene la posibilidad de enmascarar sus muertes como meros accidentes. Prostitutas y sobredosis. Era perfecto porque podía hacerlo pasar por accidente», ha aseverado. Sobre la droga, la fiscal ha recordado que su pureza era altísima, «lo que hace pensar que no fue manipulada y que era de origen. Las dosis eran letales», ha puntualizado.
El caso Marta
La fiscal se ha detenido en el caso concreto de la joven Marta Calvo, desaparecida en noviembre de 2019 y cuyo cadáver no se ha encontrado. Gracias a la ubicación que mandó la víctima a su madre por teléfono móvil, la Guardia Civil pudo identificar al presunto asesino y unir al caso las muertes de otras dos mujeres prostitutas. El 4 de diciembre, ha recordado la fiscal, el acusado se entregó a la Guardia Civil para decir que había desmembrado el cuerpo de Marta. «Él se entrega solo por un hecho, el desmembramiento de Marta, pero no sabe que lo están persiguiendo por la muerte de Arliene y de Lady Marcela», ha expuesto. La fiscal se ha mostrado convencida de que el acusado no desmembró a Marta en base a las pruebas practicadas: «No es verdad. Montó una historia porque se le habían muerto dos mujeres antes pero ninguna en su casa. Y ese era el problema, que había que sacar el cuerpo de casa rápido para que no lo vieran», ha aseverado.
Ejemplo de «pura maldad»
«Nos enfrentamos a un depredador sexual y a una persona muy mala. Lo que más enfada a esta parte es lo que dijo el acusado en su declaración cuando afirmó que era una víctima y que había un complot contra él. Tenemos aquí a un ejemplo de pura maldad, a una persona satisfecha emocionalmente por causar un mal porque no quiere decir donde está Marta y seguirá diciendo que no lo va a decir a pesar de probarse que no la desmembró», ha subrayado. Y en esta línea, ha añadido: "El acusado se refería a las prostitutas como pobrecitas y pedía que descansaran en paz.
¿En serio nos quiere hacer creer que tiene pena por ellas? ¿Qué siente Jorge Ignacio? No siente absolutamente nada de todo lo que ha hecho«, ha respondido. Así que ha pedido al jurado que olvide »la cara de pena« del acusado durante su declaración y sus »lágrimas de cocodrilo«. »O no las olviden y comparenlas con los aspavientos que hacía cuando venían a declarar las víctimas y no le gustaba lo que oía«, ha añadido. La fiscal ha acabado su informe con una cita de Cicerón: »Casi siempre a las acciones de los malvados las persigue primeramente la sospecha, luego el rumor y la voz pública, la acusación después y, finalmente, la justicia«. »Esto es lo que pide la Fiscalía de vosotros --mirando al jurado--, justicia", ha concluido.
«Un secreto que se llevará a al tumba»
En la sesión de este lunes también ha presentado su informe la abogada de la madre de Marta Calvo, quien ha centrado su intervención en la imposibilidad de descuartizamiento del cuerpo de la joven; en la actividad de tráfico de droga del acusado y en su perfil descrito por forenses. Sobre Marta, la letrada ha acusado a Jorge Ignacio de darle una dosis letal, «como hizo con otras víctimas», que acabó con su vida. «Y fue a conciencia y con intención homicida», ha aseverado. Y ha negado que descuartizara el cuerpo: «Intentó cortarlo pero vio que no era tan fácil y lo trasladó a un lugar desconocido. Marta está en lugar desconocido aguardando un milagro para que aparezcan sus restos. La ubicación de su cuerpo es un secreto que el acusado se va a llevar a la tumba. No descansa en paz», ha lamentado, al tiempo que ha enumerado las contradicciones del acusado al respecto. Por otro lado, se ha referido a los antecedentes penales por tráfico de droga del acusado y ha recordado las bolsas de cocaína «exageradas» que describían las víctimas de Jorge Ignacio en sus encuentros sexuales. Sobre su personalidad, ha destacado su empobrecimiento emocional --tal y como recogen los forenses-- «que todos hemos visto en esta sala». «Es una persona impulsiva y tiene una personalidad antisocial. Y encima quiere hacernos ver que hay una confabulación contra él», ha lamentado. «Es un asesino en serie», ha dicho. Así, ha pedido un veredicto de culpabilidad.