Con menos se han hecho películas de sobremesa. Un hombre reconoció este lunes en un juzgado de lo Penal de Palma haber grabado vídeos sexuales con su amante sin su consentimiento para posteriormente amenazarla con difundirlos si no le entregaba ciertas cantidades de dinero. El acusado, de nacionalidad española, aceptó dos años y cuatro meses de prisión, como autor de un delito contra la intimidad y continuado de amenazas, e indemnizar con 8.000 euros, de los cuales 2.000 abonó antes de la vista y el resto lo consignó en el juzgado.
Asimismo, no podrá ni acercarse a menos de 500 metros ni comunicarse con ella los próximos tres años. Procesado y perjudicada mantuvieron durante meses, hasta marzo de 2018, una relación de carácter sexual. Cuando tenían lugar los encuentros íntimos, el hombre los grababa sin consentimiento de la mujer. Y también como ella consumía droga. Una vez finalizados los encuentros, el imputado se puso en contacto con su examante para exigirle dinero. Al negarse ella a pagar, el imputado le comunicó que iba a enseñar los vídeos que tenía a su entorno. Y cumplió su advertencia.
El 10 de marzo acudió al domicilio de los padres de la mujer, donde se encontraban también la hermana de la víctima y dos menores. Allí el encausado reprodujo imágenes de carácter sexual que los familiares vieron desde el balcón. Al mismo tiempo, les pidió que le tenían que pagar o iban a ver cosas que le obligarían a abandonar el barrio donde residían. El procesado siguió con su actitud y dos semanas más tarde envió los citados vídeos al marido de su examante. Días antes, el acusado puso de foto en su Whatsapp a la víctima en ropa interior y consumiendo cocaína. La mujer, a consecuencia de estos hechos, precisó asistencia psicológica por ansiedad. El imputado no entrará en prisión al quedar suspendida la pena por un plazo de tres años si no delinque en dicho período y realiza trabajos en beneficios de la comunidad.