El policía imputado como presunto autor de un delito de homicidio por imprudencia grave que conducía el coche patrulla de la Policía Local de Palma implicado en el atropello mortal del Passeig Sagrera, junto al Consolat de Mar, afirma que la vía estaba «totalmente anegada de agua» y el pavimento era resbaladizo, lo que en su opinión provocó que perdiera el control. En el accidente, del que se investigan las causas, falleció un peatón y otros dos resultaron heridos graves. El funcionario policial prestó este viernes declaración ante los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, donde por espacio de una hora y media explicó todo lo sucedido.
Fuentes próximas a la defensa del policía, a las que ha tenido acceso Ultima Hora, destacaron el trato exquisito recibido por parte de la Guardia Civil y confían en que todo se aclare en la mayor brevedad posible. A las 11 horas, con puntualidad suiza, arrancaba su relato de hechos. En presencia de su abogado y en calidad de imputado, el funcionario policial sostiene que el día del trágico accidente se encontraba patrullando en compañía de una agente novel (en prácticas). En un semáforo del Passeig Marítim de Palma, un taxista les hizo ráfagas y se detuvo a su lado para contarles que había un altercado en las proximidades. Después, otros testigos apuntaron en esta misma dirección y se inició la búsqueda del sospechoso que finalizó con el trágico accidente mortal.
La víctima del accidente, Mario Decandia, era un italiano de 36 años que trabajaba como camarero en un negocio cercano al lugar de los hechos. Al terminar su jornada en el restaurante 49 Steps, en la segunda planta del Moll Vell de Palma, y mientras caminaba con dos compañeros, el coche de la Policía Local los atropelló a la altura de la escultura Palma, del artista Pep Llambías.
El pasado sábado, de forma totalmente sorpresiva, el Juzgado de Instrucción número 8 de Vía Alemania de Palma ordenó a la Guardia Civil de Tráfico que se hiciera cargo de realizar la investigación del accidente mortal. Hasta ese momento, al tratarse de un siniestro con víctimas en el casco urbano, la competencia era exclusivamente de la Policía Local de Palma, que de hecho fueron los primeros en hacer un primer atestado en la misma madrugada del accidente.