Siete de los acusados de vender droga en Son Banya, en Palma, han negado los hechos, durante el juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial de Baleares. La mayoría ha argumentado que estaban esos días en el poblado para comprar droga que consumían. El juicio, que ha comenzado este jueves en la Sección Primera de la Audiencia, sienta en el banquillo a siete personas -una de las acusadas ha fallecido- acusadas de un delito de organización criminal y otro de salud pública por presuntamente pertenecer a una banda que se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes en Palma.
La Fiscalía pide para ellos penas que suman más de 46 años de cárcel y multas que ascienden a 1,1 millones de euros. Según el escrito del fiscal, los hechos ocurrieron al menos desde febrero de 2019 hasta la fecha de su detención, cuando todos los encausados se dedicaban a la venta de droga a terceros de modo coordinado. En este sentido, el Ministerio Público sostiene que desarrollaban distintas funciones de control, gestión de la droga y el dinero, guarda de la sustancia, puntos de venta o captación de clientes en Son Banya.
El incremento de actas de intervención de cocaína fue lo que determinó que se estableciera un dispositivo policial de vigilancia, confirmando la existencia de cuatro puntos de venta, localizados en un bar y tres anexos de viviendas. En los registros de los domicilios, los agentes encontraron, entre otras cosas, altas cantidades de dinero en efectivo, básculas de precisión e ingentes cantidades de cocaína y cannabis.