Aseguraba ser mallorquín, de Palma concretamente. Marc Hernàndez Pon, así se hacía llamar, llevaba dos años participando activamente en movimientos por el derecho a la vivienda y en la izquierda independentista de Cataluña; hasta que recientemente se descubrió que ni era de Mallorca ni estaba allí por convicciones sino que se trataba de un agente de la Policía Nacional infiltrado. La información la ha desvelado el medio La Directa en un extenso trabajo de investigación en el que denuncian un nuevo caso de espionaje de estado.
Según La Directa, la vida paralela del agente empezó a levantar sospechas entre los activistas precisamente durante una visita a Palma. Era febrero de 2022 y el SEPC Nacional (Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans) se reunía en Ciutat. Marc Hernàndez, el agente infiltrado, acogió en la que se suponía que era casa de un familiar a varios activistas.
La portavoz nacional del Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC), Marta Daviu, ha denunciado este martes la supuesta infiltración del agente. En rueda de prensa, Daviu ha lamentado estos «dos años de mentiras» en que el presunto agente infiltrado se habría escondido bajo una identidad falsa y habría conseguido acceder a información privilegiada, al haber participado incluso en debates y asambleas de este movimiento.
La denuncia pública ha ido en paralelo a la información publicada en el digital 'La Directa', donde también se recoge que el presunto infiltrado, se matriculó en el grado de Educación Social de la Universitat de Barcelona (UB) para participar en espacios de la izquierda independentista con algunos cargos de responsabilidad. «Si nos persiguen es porque somos motor de cambio», ha asegurado Daviu tras insistir en que la lucha del movimiento político que representan supone una «amenaza real» contra el mantenimiento del «statu quo» en España.
Por su parte, el portavoz de Alerta Solidària Martí Majoral ha asegurado que han podido contrastar esta cuestión y que están haciendo acompañamiento a las personas «más afectadas» por el supuesto engaño durante estos dos años, y que durante los próximos días seguirán con más reuniones de apoyo. Majoral ha explicado que la verificación de los hechos por sus mecanismos internos de seguridad les ha llevado a expulsar a esta persona de todos los grupos de comunicación y redes sociales pasadas las seis de la mañana de este lunes. «Esta persona se infiltró porque estamos haciendo bien nuestro trabajo», ha asegurado Majoral, tras insistir en que no descartan acudir a la vía judicial pese a la poca confianza de conseguir una resolución favorable vía justicia española. También ha asegurado que preguntarán sobre esta cuestión al Ministerio del Interior a través del Congreso de los Diputados y, desde el Parlament, se pedirá al departamento de Universidades que aclare «en qué condiciones esta persona ha ocupado una plaza pública» de estudiante en la UB. En el acto, que se ha celebrado esta mañana frente al edificio histórico de la Universitat de Barcelona, estaban presentes varios representantes de la CUP, como los diputados en el Parlament de Cataluña Eulàlia Reguant y Xavier Pellicer.