El dueño del establecimiento lo expulsó del local y decidió vengarse a su manera. Lo que quizá no sabía es que la broma le iba a salir cara. Un hombre fue condenado este martes en Palma al pago de una multa de 600 euros por avisar al 112 de un falso incendio en un conocido restaurante de s'Arenal de Llucmajor en julio de 2019 que obligó a movilizarse en vano a los cuerpos de emergencia. El procesado, español de 66 años, se declaró culpable ante la jueza y aceptó la pena, a la que se llegó tras un acuerdo de su abogado, Alejandro Serra, con la representante del Ministerio Fiscal antes de iniciarse la vista. Asimismo el acusado tendrá que abonar 575 euros a la Policía Local de Llucmajor por los gastos ocasionados y 78,89 al Consell de Mallorca. Además, el sentenciado no podrá acercarse a menos de 500 metros del negocio durante los seis próximos meses.
El incidente tuvo lugar minutos antes de las 21.45 horas del 8 de julio. El imputado mantenía una enemistad con el propietario del restaurante, que lo expulsó del local nada más verlo allí. Tras abandonar el establecimiento, el procesado, furioso, llamó al 112 dando un falso aviso de incendio. Desde Emergències movilizaron de forma inmediata a la Policía Local y a los bomberos. Mientras estos llegaban se desalojó a un importante número de clientes que en ese momento se encontraban cenando. Acudieron cuatro patrullas de la policía de Llucmajor, una de la Guardia Civil, un camión autobomba de los bomberos del Consell de Mallorca –con nueve efectivos– y una unidad móvil del Samu 061. Poco después se supo que todo había sido una falsa alarma.
El acusado fue arrestado semanas después de lo ocurrido e imputado por un delito de desórdenes públicos. Además, el hombre, antes y después del suceso, realizó pintadas en la fachada y en los cristales del restaurante. Por ello abonará 60 euros por un delito leve de daños. La jueza dictó sentencia ‘in voce' en el mismo acto.