Óscar S.M, principal investigado en el caso de la desaparición y muerte de la vecina de Traspinedo Esther López de la Rosa, ha pedido este jueves públicamente rigor informativo y ha denunciado el acoso que tanto su cliente como su familia vienen padeciendo en los últimos días. En su comunicado recogido por Europa Press, la persona que, supuestamente, fue la última que vio con vida a la joven de Traspinedo, denuncia las informaciones en diferentes medios de prensa y programas de televisión, de máxima audiencia, respecto a «presuntas manifestaciones» realizadas por él, así como el acoso que viene padeciendo por algunos medios de comunicación que, «faltando a todo respeto», se han personado incluso en su vivienda particular donde residen menores de edad. En este sentido, precisa que ni ha realizado ni realizará declaración alguna a medios de comunicación, por lo que cualquier alusión a manifestaciones efectuadas por éste es «falsa» y amenaza con adoptar las medidas legales oportunas en defensa de sus intereses, de ahí que exija la «inmediata rectificación» respecto de aquellas noticias en las que se haya asegurado que ha atendido a periodistas o medios de comunicación.
Y es que, a tal respecto, advierte de que las únicas manifestaciones que realizará serán las que requiera el juzgado o las autoridades policiales para el esclarecimiento de los hechos como, puntualiza, ha venido haciendo hasta el momento, y reitera que no ha tenido participación alguna en la desaparición y el «desgraciado fallecimiento» de su convecina. También advierte de que tomará medidas legales para evitar el acoso que tanto él como su familia vienen padeciendo en los últimos días, al tiempo que apela al derecho de presunción de inocencia reconocido en la Constitución Española y exige respecto, «puesto que muchas de las informaciones que se están publicando vulneran el mismo». «Por tanto, exigimos que la información que se dé sea cierta, veraz y objetiva, e igualmente defenderemos el respeto a la intimidad y adoptaremos cuantas medidas sean necesarias para prevenir el desasosiego que yo y mi familia venimos sufriendo por parte de los medios de comunicación», concluye el comunicado.
El llamamiento al rigor informativo se produce horas después de que el también vecino de Traspinedo compareciera, por vez primera en sede judicial, ante la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid para declarar en calidad de investigado, trámite en el que volvió a descartar su implicación en la muerte de Esther y aseguró que la dejó en un camino de servicio aquella noche después de que ella se apeara del coche que conducía debido a que pretendía seguir de fiesta. Pese a que las diligencias de investigación parecen cerrar el cerco sobre su persona, ante las supuestas «contradicciones» habidas en sus declaraciones previas ante la Guardia Civil y las pesquisas centradas, entre otros detalles, en el geoposicionamiento de su móvil y de la fallecida, que les sitúan con posterioridad en su vivienda o en las cercanías, el investigado fue puesto en libertad tras el interrogatorio, con la aquiescencia del fiscal y la oposición del abogado de la acusación particular, que solicitó prisión provisional y subsidiariamente el abono de una fianza de 60.000 euros para eludirla o tres días de detención.
Ni siquiera se conoce qué sucedió
El fiscal ha justificado su postura en que, en primer lugar, no existe un relato de cómo sucedieron los hechos y, por tanto, lo que existen son «indicios o sospechas que obligan a seguir investigando la desaparición y muerte violenta» de la joven. A su vez, el acusador público entiende que la puesta en libertad del investigado no puede interferir en las diligencias de investigación que se están practicando por la Guardia Civil, ni tiene acceso a la nube de su teléfono, en la actualidad intervenido y en poder de los agentes. Otra de las razones para no solicitar prisión provisional por parte del fiscal alude a que las sospechas que pueden recaer sobre Óscar «no son suficientes para adoptar unas medidas tan gravosas, ya que como se ha expuesto ni siquiera existe en la causa un relato fáctico de lo que pudo suceder, junto con el hecho de que le investigado cuenta con arraigo personal, familiar y laboral y ha colaborado con los agentes, pues acudió al llamamiento policial y ha comparecido igualmente al llamamiento judicial».