Los vecinos de la calle Sant Miquel, en el centro de Llucmajor, están indignados. «Desde el año 2019 llevamos denunciando el mal estado de una barrera metálica que pesa una tonelada. Este martes, la misma se desprendió y no mató a un grupo de alumnos de instituto que pasaban por allí de milagro», apunta María del Mar, una vecina de la calle.
«Voy a denunciar los hechos a la Guardia Civil. No puede ser la pasividad de las instituciones. Se trata de un edificio municipal que utiliza el IMAS. La estructura no aplastó a una menor porque en el momento de caer la barrera ella iba por la calle», concluye.
Los residentes en la calle Sant Miquel escucharon, sobre las 14.15 horas, un gran estruendo llegando a pesar que se había producido una explosión.