Un ciudadano alemán ha sido acusado por su presunta relación con la desaparición de Madeleine McCann en el sur de Portugal en 2007 a pocos días de que se cumplan 15 años desde la desaparición de la pequeña en un complejo turístico en Praia da Luz, el Algarve. «El demandado fue constituido por las autoridades alemanas en ejecución de una solicitud de cooperación judicial internacional emitida por el Ministerio Público de Portugal», ha sostenido el Ministerio Público en un comunicado.
La investigación, que ha sido llevada a cabo por las autoridades alemanas en colaboración con Reino Unido, está a cargo de la oficina del distrito de Faro en la ciudad portuguesa de Portimao, con la asistencia de la Policía Judicial. El sospechoso, que fue identificado en 2020 por los medios alemanes como Christian B., de 43 años, es un delincuente sexual con múltiples condenas, entre ellas por abuso sexual de menores, según la Oficina Federal de la Policía Criminal (BKA) de Alemania.
Un portavoz del Ministerio Público en Hannover, Thomas Klinge, confirmó a la agencia DPA que el sospechoso fue condenado en septiembre de 2017 a un año y tres meses de prisión por posesión de pornografía infantil y abusos sexuales a menores. La Fiscalía de la ciudad de Braunschweig (Alemania), que le investigaba por su presunta relación con la desaparición de Madeleine McCann en el sur de Portugal en 2007, asumió el pasado junio de 2020 que la pequeña está muerta.
La Policía Metropolitana de Reino Unido, que colaboraba con las autoridades portuguesas y alemanas en las pesquisas, aclaró que sigue enmarcaba este caso dentro de la categoría de «personas desaparecidas», ya que no tiene «pruebas definitivas» sobre el posible fallecimiento de Madeleine. Este próximo martes se cumplen 15 años de la desaparición de Madeleine, por lo que el canal de televisión AMC Crime estrena a las 23.00 horas una miniserie documental sobre el acusado, señalado anteriormente por las autoridades como el responsable del secuestro.
Madelaine McCann tenía tan solo 3 años cuando desapareció de su cama en un apartamento de vacaciones de un complejo turístico en Praia da Luz, el Algarve (Portugal). No sería hasta años más tarde cuando las autoridades alemanas asegurarían poseer fundamentos de que la pequeña había sido asesinada y que Christian era el culpable. No obstante, la falta de pruebas impidieron procesar al sospechoso.