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Condenados por incendiar un club de alterne de Palma

La jueza impone tres años de cárcel a cada uno de los dos acusados, que también robaron aparatos electrónicos y bebidas alcohólicas

Uno de los acusados en el juicio. | Redacción Sucesos

| Palma |

Dos jóvenes han sido condenados a tres años de cárcel cada uno por robar e incendiar un club de alterne de Palma en 2019. Los acusados, de nacionalidad sueca, deberán indemnizar a la compañía de seguros del establecimiento con 25.856 euros por los daños ocasionados y al hotel Meliá Palma Marina con 1.230, ya que también sufrió desperfectos. Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 9 de noviembre. Los procesados estuvieron tomando consumiciones en un club de alterne situado en la calle s'Aigo Dolça de Palma.

El local cerró y los dos jóvenes turistas regresaron sobre las 7.30 horas para fracturar el cristal de la puerta de acceso y robar un teléfono móvil, una cadena de música, una tablet y varias bebidas alcohólicas. A continuación prendieron fuego al local y causaron importantes desperfectos que provocaron el cierre del mismo durante tres meses. Los acusados, dos jóvenes suecos que por entonces vivían y trabajaban en Palma, negaron su participación y aseguraron que no se reconocían en las grabaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento. La jueza observa una serie de indicios de los que se desprende que ambos estuvieron implicados en los hechos. El propietario del local manifestó que sospechaba de los dos clientes que acudieron sobre las 5.30 horas. En el juicio los reconoció. El hombre explicó que estaba seguro que los dos suecos estuvieron en el club de alterne y que se marcharon enfadados porque quería cerrar y ellos no se querían ir. A las nueve de la mañana le llamó su hermano para decirle que habían quemado el club. Todo estaba destrozado y ellas dos habían sido las últimas personas que entraron. Una trabajadora los vio rompiendo el cristal de la puerta y un indigente que había por la zona también.

El club de alterne tras ser incendiado por los dos jóvenes suecos. 

La jueza otorga total credibilidad a la versión del denunciante y destaca que en una fotografía sacada de la grabación de las cámaras de seguridad se reconoce perfectamente a uno de ellos, que confesó que lo había hecho por venganza tras ser detenido. El joven dijo que las chicas les habían robado. La magistrada tiene en cuenta la circunstancia atenuante de embriaguez ya que ambos actuaron bajo los efectos del alcohol. Los acusados deberán abonar el alquiler de los tres meses que el establecimiento permaneció cerrado.

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