El propietario de un restaurante de Son Serra de Marina (Can Picafort) se encuentra ingresado en estado grave tras haber sido víctima de una brutal agresión. El suceso se produjo a las 00.50 de la madrugada de ayer cuando se disponía a cerrar su establecimiento. Los hechos tuvieron lugar en el restaurante ‘Can Miraet', cuando las primeras llamadas al 112 alertaban de la presencia de un hombre gravemente herido, tendido en el suelo, supuestamente, víctima de un atraco. Con suma rapidez, agentes de la Policía Local de Santa Margalida y de la Guardia Civil se personaron en el lugar del suceso y observaron en el exterior del restaurante una gran mancha de sangre sobre el pavimento asfáltico y el local totalmente a oscuras. Al encender la luz, los policías observaron a una persona sentada en una mesa toda llena de sangre con múltiples brechas en la zona de la cabeza. De hecho, se podía ver parte del hueso craneal.
El herido estaba consciente y podía hablar con dificultad. Todas las sospechas apuntan a que el delincuente golpeó al propietario del local con algún objeto metálico contundente. Los policías solicitaron una ambulancia del SAMU-061 para que acudiera de urgencia al restaurante para atender a la víctima. El hombre, explicó que en el momento que estaba cerrando la puerta del local, el supuesto agresor lo tiró al suelo propinándole numerosas patadas en la zona de la cabeza, consiguiendo dar aviso al 112 para pedir ayuda.
El herido logró identificar al agresor como un excamarero que fue despedido tiempo atrás. El paciente fue trasladado al hospital donde se encuentra ingresado en estado grave. Tras realizar varias diligencias, se logró dar con el paradero del presunto agresor. La Policía Local de Santa Margalida y la Guardia Civil se desplazaron hasta su domicilio y encontraron el coche lleno de sangre. A partir de ese momento, la Policía Judicial de la Benemérita se hizo cargo de la investigación y procedió a la detención del sospechoso. El arrestado es un español de 38 años que está previsto que en las próximas horas pase a disposición judicial en el juzgado de guardia de Inca. Las primeras hipótesis de la investigación señalan que el ahora detenido pretendía robar la recaudación del restaurante. Al haber trabajado allí durante un tiempo, el ladrón era plenamente consciente de las cantidades económicas que se realizaban en el restaurante.