La Audiencia Nacional ha autorizado la extradición al Reino Unido de un británico que estuvo seis meses oculto en Palmanova y al que se reclaman 14 cadenas perpetuas en su país. El acusado participaba en una sofisticada red de distribución de importantes cantidades de cocaína en Londres y la policía británica le atribuye al menos haber recibido 1,4 millones de libras (1,6 de euros) como beneficio del narcotráfico. Las condenas en el Reino Unido por tráfico de drogas son especialmente severas. De los 16 delitos diferentes por lo que se dictó la orden de detención en su contra la mayoría implican cadena perpetua. Los más ‘leves' como tráfico de marihuana, están castigados con un máximo de 14 años de prisión, penas que casi triplican las de la legislación española.
Ante esas elevadas condenas, la Audiencia Nacional requirió el tribunal de Westminster garantías sobre el cumplimiento de la cadena perpetua. En base al convenio que fijas las extradiciones entre España y el Reino Unido, se establece que la pena sea revisada a los veinte años y que se promueva que el reo pueda acceder a medidas de clemencia. Los jueces británicos dieron esas garantías.
El acusado se instaló en Palmanova en junio de 2020. Su grupo mafioso cayó después de que la seguridad británica consiguiera hackear la aplicación EncroChat en el ‘operación Venetic'. Este programa conseguía invisibilizar teléfonos móviles y era mayoritariamente empleada por el crimen organizado. Tras ser detectada, las policías francesa y británica pasaron tres años intentando inutilizarla. Con los datos que consiguieron se produjeron 800 arrestos en toda Europa. La aplicación logró avisar a los usuarios, con un mensaje, lo que aprovechó el ahora acusado para refugiarse en Mallorca. Dos de sus cómplices ya fueron condenados. La Guardia Civil le detuvo el pasado mes de febrero.