La estación Intermodal de Palma lleva años siendo el centro neurálgico de la prostitución de menores, peleas, robos, violencia y venta de droga. Los expertos afirman que no se trata de una organización criminal ni de bandas organizadas, pero sí un cúmulo de circunstancias que han convertido al recinto en uno de los puntos más calientes de la ciudad.
En el programa Ley y orden de esta semana, analizamos la problemática y conocemos de primera mano todo lo que sucede en los baños, pasillos y salidas de emergencias.
Para ello, entrevistamos a Sebastián Oliver, vigilante de la intermodal y presidente del sindicato Espartanos.