Un conductor marroquí de 21 años, delincuente habitual, protagonizó en la madrugada del pasado miércoles una alocada huida por las calles de Palma, entre la calle Manacor y la calle Aragón, que a punto estuvo de acabar de forma trágica porque el joven casi atropella a varios peatones. El individuo fue detectado por la Policía Nacional en el barrio de Forners, circulando en dirección contraria, y cuando le dieron el alto aceleró bruscamente y huyó a toda velocidad, saltándose semáforos en rojo.
Los agentes se colocaron tras él, con las señales luminosas y acústicas, pero el conductor continuó su peligrosa huida y otros coches tuvieron que frenar en seco para no chocar con él. Se introdujo en numerosas calles en dirección prohibida y muchos viandantes tuvieron que saltar para no ser arrollados. Ya en la calle Aragón golpeó una rueda contra un bordillo y el neumático reventó. Aún así, continuó circulando otros 300 metros en contra dirección. Luego, se apeó rápidamente y echó a correr.
Se tumbó bajo un coche aparcado, pero los policías lo descubrieron y fue detenido. Fue entonces cuando se descubrió que no tenía permiso de circulación y que el coche lo había robado en Manacor. El dueño no sabía nada porque le había sustraído las llaves sin que se diera cuenta. También le intervinieron un teléfono móvil, que precisamente había robado con violencia a un joven, junto a tres compinches más.