Durmiendo en una lujosa habitación de su hotel BO Palazzo, en la avenida Obala Masala Tita, en Porec (Croacia). Así fue cazado por la policía el martes a las seis de la mañana Bashkim Osmani, el presunto capo de la mafia desarticulada en Mallorca que blanqueó cientos de millones en dos décadas. Estaba junto a una mujer y un guardaespaldas armado. Ninguno ofreció resistencia.
El empresario albanokosovar, de 55 años, viajaba a menudo y cuando volvía a Mallorca se refugiaba en su espectacular mansión de cinco millones de euros de Camp de Mar. Una de las zonas más exclusivas de Andratx. Y de la Isla. El día que estalló la ‘operación Casino', Bashkim llevaba unos días en su hotel del norte de Croacia, frente a la costa de Venecia, y muy cerca de Portoroz o Trieste. Investigadores de la Guardia Civil y la Policía Nacional de Palma se trasladaron a ese país para colaborar en el arresto y se temía que alguna filtración echara por tierra todo el operativo. Bashkim tiene contactos en media Croacia e incluso se apunta, desde fuentes policiales, que tenía «bajo su esfera» a un antiguo jefe del servicio secreto croata y a agentes en activo.
En prisión
El comportamiento del albanokosovar, tras su arresto al amanecer, fue exquisito. No protestó ni se resistió y colaboró con los agentes, quizás porque pensaba que su ejército de abogados podría conseguir su libertad en cuestión de horas. No fue así. Tras ser trasladado a una comisaría y al juzgado, lo enviaron a la cárcel de Porec, donde permanece en un área de máxima seguridad, a la espera de que sea trasladado a Mallorca. La maniobra es crucial para los investigadores, ya que temen que si consigue quedarse en el Este de Europa recibirá un trato de favor.
Su llegada a la Isla se estima para la semana que viene y desde la Comandancia palmesana, en la calle Manuel Azaña, se ha dispuesto un operativo de seguridad especial. Tras su pase a disposición judicial, ingresará en la cárcel de la carretera de Sóller, pendiente de juicio. La mansión de la calle Menhir, en Camp de Mar, era una auténtica fortaleza y escondía una caja fuerte de enormes dimensiones en una de las estancias. Los agentes tardaron cinco horas en poder reventar el blindaje. En la casa había obras de arte de gran valor, relojes, joyas y una gran cantidad de dinero en efectivo, que ha sido requisado por la Guardia Civil.
El apunte
Recibía a sus invitados en la terraza del Ritzi de Puerto Portals
El lujoso restaurante Ritzi de Puerto Portals era clave en el entramado de la organización de Bashkim Osmani. El magnate recibía a sus invitados, algunos de ellos muy famosos, en la terraza del establecimiento y los agasajaba cual perfecto anfitrión. De ahí iba a su mansión de Camp de Mar, que contaba con los últimos y más avanzados sistemas de seguridad y una enorme caja fuerte.