Enésima detención de Merlinda M.D., la cubana de 40 años acusada de agredir a sacerdotes y feligreses en parroquias de Palma. Tras salir del área de psiquiatría donde permanecía ingresada por orden judicial, la acusada se dirigió a un portal de la avenida Argentina próximo a la iglesia de Sant Sebastià, donde se atrincheró. Todo apunta a que la mujer estaba esperando la salida de algún religioso para perpetrar una nueva agresión.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo, a las 20 horas. Los vecinos de un portal, ubicado a escasos metros de Sant Sebastià, llamaron a la Policía Nacional para informar de la presencia de una mujer, muy violenta y agresiva, en el rellano de la entrada del edificio. A su llegada, los agentes se entrevistaron con la presidenta de la comunidad que manifestó que se trataba de una mujer que no residía en la finca y que de forma habitual se atrinchera en el portal generando numerosos problemas y enfrentamientos con los vecinos.
Cuando los policías se aproximaron a la sospechosa, la mujer se dirigió a los agentes diciendo: «Estoy descansando. Me llamo Mercedes Manuela Quintana, nacida en 1970 y soy de República Dominicana». Todos estos datos facilitados fueron comprobados por la sala del 091, que no tardó en comunicar a los integrantes de la patrulla que eran falsos. Uno de los policías, que ya había actuando en episodios anteriores con la ahora detenida, la reconoció y aportó sus datos de nuevo a la central policial. Desde la sala se informó que dicha mujer tenía una orden de alejamiento en vigor de tres iglesias de Palma y se encontraba incumpliendo la misma al encontrarse a escasos metros de la parroquia de Sant Sebastià. Al confirmarse este nuevo quebrantamiento de medida cautelar, los agentes procedieron a su detención. Merlinda, cuya agresividad y violencia se ha dejado notar varias veces, ingresó a principios de año en el área de Psiquiatría de Son Espases tras ser sometida a un examen forense.
El apunte
Merlinda agredió a dos curas y un sacristán tres veces en menos de 48 horas
A principio de año, la acusada fue detenida y acusada de perpetrar dos nuevas y violentas agresiones contra mossèn Antoni Gómez, rector de la parroquia de Sant Miquel de Palma y, horas más tarde, contra el sacristán de esa misma iglesia. Unos días antes, ya se había colado en la iglesia de Sant Sebastià, a pesar de que tiene una orden judicial que le impide acercarse a ese templo, y agredió al sacerdote, se bajó el pantalón y orinó sobre el felpudo de la sacristía. Fue detenida y quedó en libertad.