Sorpresa y estupor. El juez de guardia ordenó este sábado el la puesta en libertad con cargos del hombre acusado de intentar secuestrar a una niña, de 10 años, en la plaza plaza Pere Garau de Palma. El acusado, ecuatoriano de 40 años, tras su primer arresto por esta causa fue puesto en libertad con cargos. Al hombre se le impusieron una serie de medidas cautelares entre las que se encontraba una orden de alejamiento del domicilio de la menor. El viernes por la mañana, agentes del Grupo de Atracos del Cuerpo Nacional de Policía localizaron al sospechoso a escasos metros de la vivienda de la niña, procediendo a su inmediata detención. Además, de forma simultánea también estaba incumpliendo una segunda orden de alejamiento sobre su expareja sentimental.
Tras su detención, los investigadores lograron descubrir que esta persona -que no había aportado domicilio ni teléfono de contacto en el juzgado- vivía en una habitación alquilada en la calle Foners. Tras practicar un registro domiciliario en el lugar se localizaron varias tarjetas de móvil de prepago y otros objetos que están siendo analizados. Un dato muy relevante del caso es el testimonio de uno de sus vecinos que apunta que el acusado hasta hace poco tiempo se desplazaba en patinete. Por ese motivo y al coincidir la descripción de varios testigos en el caso del intento de secuestro de otra niña en la calle Caballero d'Asphelt, muy cerca de la calle Aragón, entre las barriadas palmesanas de Son Forteza y Son Oliva, la investigación sigue abierta.
Por otra parte, las imágenes aportadas en el juzgado de guardia del acusado tratando de secuestrar a la niña de 10 años en Pere Garau son irrefutables. En el vídeo puede apreciarse al ecuatoriano tirar del brazo de la menor mientras trataba de arrastrarla y llevársela. Además de los más de 30 antecedentes policiales, entre los que destaca una tentativa de homicidio, hay que añadirle cuatro quebrantamientos de medida cautelar. El intento de secuestro fallido tuvo lugar el pasado día 28 de diciembre, sobre las 20.50 horas, en las inmediaciones del mercado. Sobre esa hora, dos hermanas, ambas menores de edad, se encontraban caminando por la zona cuando se les acercó un hombre por detrás, cogiendo fuertemente por el brazo a la más pequeña –de 10 años– al tiempo que le decía «Hola. Ven, acércate y ven conmigo».
Las dos niñas se asustaron mucho y la mayor le dijo que se fuera y que iba a llamar a la Policía Nacional. El hombre se quedó inicialmente parado, mientras las menores huían del lugar. En ese momento, el ahora detenido emprendió la marcha tras las niñas profiriendo frases que las menores no pudieron entender. Las dos pequeñas no quisieron girarse por el miedo que sintieron y aceleraron el paso, lo que provocó que un viandante se detuviera para ver que estaba sucediendo.
El apunte
«El inspector me tiene manía, yo no he hecho nada y soy buena persona»
Tiene más de 30 antecedentes, incumple sistemáticamente las órdenes de alejamiento y es peligroso. A pesar de ello, al ser detenido la respuesta más recurrente del sospechoso fue: «El inspector me tiene manía. Yo no he hecho nada, soy buena persona». Durante todo el proceso, el acusado se negó a facilitar al juzgado un domicilio fijo y teléfono de contacto. El primer día de personación en Vía Alemania no se presentó y fue detenido a escasos metros del domicilio de las niñas. Afortunadamente, la policía estaba allí.