Son Banya no entiende de crisis ni de pandemia. A pesar de la delicada situación epidemiológica y del alto número de contagios, la venta de droga ha experimentado un importante aumento en las últimas semanas registrando un mes de diciembre de récord.
El poblado chabolista, considerado el mayor supermercado de la droga de Balears, está al alza. Los narcos que operan de manera habitual han logrado facturar más de un millón de euros en tan solo una semana, si bien fuentes policiales (CNP, Policía Local y Guardia Civil) han confirmado que esta cantidad puede ser mucho mayor. Uno de los motivos más destacados del aumento de ventas es la apertura del ocio nocturno, fiestas de empresa y la previsión que están haciendo los intermediarios o pequeños traficantes de cara a las fiestas de Año Nuevo, especialmente, las clandestinas donde el consumo de sustancias estupefacientes es mucho mayor.
Las mismas fuentes consultadas explican que los clanes gitanos han decidido mantener los precios de mercado, pero a costa de adulterar algo más el producto para no bajar los beneficios de venta directa. Con motivo de las fiestas, más de un millar de vehículos visitan cada día el poblado. Las vísperas de Nochebuena y Navidad, al caer en fin de semana, multiplicaron considerablemente el número de turismos que se acercaron hasta el supermercado de la droga para adquirir sus dosis. Según fuentes policiales, a cada vehículo se le atribuye una media de un gramo y medio. Por consiguiente, la cantidad de venta de droga diaria expedida a particulares en los diferentes puntos de venta de Son Banya puede superar los 1.800 gramos de droga.
El precio estándar de mercado de la cocaína es de 60 euros por gramo. La marihuana se está pagando a 6 euros por gramo, mientras que un quinto de caballo (heroína) se paga a 20 euros. A todo ello, hay que sumarle la venta al por mayor que ejercen algunos clanes y que posteriormente se vende al menudeo en diferentes puntos de la Isla a través de intermediarios.
El apunte
Las redes colombianas paralizan su actividad
Fuentes policiales consultadas por este periódico han confirmado que las redes colombianas de entrada de droga a la Isla paralizan su actividad durante el mes de diciembre. Es decir, que los encargados de introducir la cocaína y heroína a Mallorca se toman ‘vacaciones’ y viajan a sus «haciendas». Por ese motivo, los clanes desde hace años son previsores y almacenan importantes cantidades de sustancia estupefaciente en sus pisos franco ubicados en La Soledat, Son Gotleu y en el Camp Redó. En Son Banya, en la actualidad, el reparto de puntos de venta está muy establecido y no hay clanes predominantes.