Los feriantes de las casetas de Navidad instaladas en la plaza de España, la Porta Pintada y la plaza Mayor se han convertido en el objetivo de una banda de ladrones que se dedica, de forma sistemática y de madrugada, al asalto de los puestos. Fuentes próximas a los feriantes han confirmado que en los dos últimos días se han contabilizado al menos cinco robos. Los hampones suelen atacar las casetas de joyas y bisutería, pero también han destrozado una de peluches.
«Nosotros somos trabajadores honrados que nos cuesta mucho ganar un sueldo. Nos rompen las persianas, tanto por detrás como por delante, se llevan el género, el cambio y destrozan las cosas. Nos amenazan y son muy violentos. Son bandas de jóvenes», explica uno de los afectados a este periódico. El Ajuntament de Palma tiene contratada una empresa de seguridad privada para vigilar los puestos. Los vigilantes llegan a las 22.00 horas y están hasta las 07.00 horas del día siguiente. Según los trabajadores, los robos se producen de madrugada y muchos no son denunciados porque los comerciantes no tienen ninguna confianza en recuperar el género sustraído. Fuentes consultadas conocedoras del caso han confirmado que Palma está inmersa en una importante oleada de pequeños robos, algunos de ellos con violencia, ejercidos por bandas de jóvenes (gran parte de ellos menores de edad y otros fugados de centros o menas).
«Estamos cansados de ver a la Policía Local de Palma y Policía Nacional detener a los adolescentes y a los diez minutos están de nuevo en la calle. Hasta que no maten a alguien los jueces y fiscales de menores de este país no harán algo», apuntan víctimas de robos y asaltos de locales de la plaza de España. A pesar del importante aumento de presencia policial, los robos, asaltos y atracos siguen en alza.