Los 124 kilos de cocaína llegaron al puerto de Algeciras ocultos en cilindros metálicos, dentro de la maquinaria destinada supuestamente para la depuración de aguas sucias.Tras ser interceptados, se confirmó que en su interior había una enorme cantidad de polvo blanco, que dio positivo al reactivo de la cocaína. Los agentes, entonces, decidieron dar el ‘cambiazo', ya que dejar que el envío siguiera su curso hacia Mallorca en barco entrañaba serios peligrosos.
Había la posibilidad de que el alijo se perdiera, así que los investigadores colocaron una sustancia inocua en el lugar de los estupefacientes, que quedó bajo custodia en la cámara de seguridad de la Unidad de Vigilancia Aduanera en Algeciras. El cargamento salió del puerto de Manzanillo, en Panamá, y fue embarcado en el buque Lica Maerks. Tras ser interceptado secretamente en Algeciras, los funcionarios le colocaron un geolocalizador para seguir a distancia el traslado por camión a Hospitalet de Llobregat, en Barcelona, y luego en barco a Palma.
En la capital balear, se sometió a una discreta vigilancia el local de la calle Joan Muntaner i Bujosa, donde fueron descargados los dos palés. También se grabó el momento en el que los dos ciudadanos de Costa Rica reciben el material y esperan que el camión maniobre. Acto seguido, la pareja fue detenida.