Nuevo motín en Norai. El polémico centro de menores de Son Roca fue escenario, este sábado por la tarde, de un violento incidente que obligó a la Policía Nacional a montar un gran dispositivo de emergencia. Al final, dos menores argelinos fueron reducidos y detenidos tras amenazar de muerte con unos cristales rotos a unos monitores. En la noche del jueves al viernes, los vecinos ya alertaron, a las tres de la madrugada, de un altercado en el centro de menores y ayer por la tarde, a eso de las 16.00 horas, la situación se descontroló por completo.
Según fuentes cercanas al caso, por la mañana un monitor ya fue amenazado de muerte por uno de los Menas (Menores no acompañados), que cogió un vaso, lo fracturó y después se encaró con el cuidador. Otro de ellos, también argelino, se encontraba muy agresivo. Se trata de dos menores que llevan cuatro meses en España y que ya se habían fugado al menos en una ocasión del Norai, por lo que fueron puestos en situación de busca y captura. A medida que pasaban las horas, la tensión fue a más y rompieron una ventana, para hacerse con los cristales rotos a modo de arma. Fue entonces cuando amenazaron de muerte a los encargados del edificio: «Os cogeremos en la calle, os vamos a matar».
El motivo había sido banal: los menores se negaban a acatar algunas de las normas del Norai, como por ejemplo la prohibición de usar teléfonos móviles. La Policía Nacional fue alertada del conflicto y al menos tres dotaciones policiales se desplazaron hasta Son Roca, donde los vecinos ya están acostumbrados a todo tipo de incidentes. Los dos magrebíes fueron detenidos, pero no son los mismos que siempre provocan altercados. Los acusados fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores, para que adoptara las medidas oportunas. Fuentes bien informadas criticaron el papel del fiscal jefe de Menores, José Díaz Capa, en estos incidentes reiterados.
El apunte
Los vecinos están aterrorizados: «Cada día pasa algo, no se puede vivir así»
Vecinos de Son Roca y del centro Norai se pusieron ayer en contacto con este periódico para denunciar que «vivimos un auténtico infierno porque cada día pasa algo, no se puede vivir así». Los residentes, que hace unas semanas ya se manifestaron en las calles, explicaron que la Policía Nacional «viene por aquí día sí y otra también» y que tenían miedo porque algunos de los internos son muy violentos y se encaran con ellos. «Si esto sigue así, tendremos que manifestarnos de nuevo, esta vez con más gente», anunciaron.