Los «primeros indicios» apuntan a que el cadáver hallado este sábado en el río Bidasoa a su paso por Irun (Gipuzkoa) es el de un joven migrante de origen africano que trataba de cruzar a nado la frontera con Francia y cuyo cuerpo no presenta «ningún» signo de «criminalidad», ha informado el Departamento vasco de Seguridad. Entre las pertenencias de la víctima se han hallado algunos documentos que podrían facilitar su identificación, señala Seguridad en una nota sobre este suceso, del que alertó a SOS Deiak un deportista que practicaba paddle surf en el río y vio el cuerpo flotando en la zona de Endarlaza, en el límite con Navarra.
Tras el aviso, que se dio a las 11 horas, se desplazaron al lugar efectivos de Emergencias de Euskadi y, hacia las doce del mediodía, un equipo en helicóptero de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza, y con la colaboración de los Bomberos de Gipuzkoa, recuperó el cadáver, trasladado después al Servicio de Patología Forense de San Sebastián. La Ertzaintza ha abierto una investigación para tratar de identificar el cuerpo y esclarecer las circunstancias en las que se ha producido este suceso.
El tercer migrante fallecido de este modo en los últimos meses
De confirmarse que intentaba cruzar a nado a Francia, sería el tercer migrante que fallece de este modo en los últimos meses para evitar controles fronterizos. El director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco, Xabier Legarreta, ha declarado que, «desgraciadamente, episodios como estos pueden repetirse hasta que Europa no cree corredores seguros para el tránsito de personas que sólo intentan buscar un futuro mejor». «Ofrecer una respuesta adecuada a esta realidad es una obligación en el derecho interno y europeo, y en el derecho internacional», ha subrayado Legarreta, que ha recordado que después del fallecimiento en agosto de Abdoulaye Koulibaly, un joven guineano de 18 años que murió en las mismas circunstancias, se «intensificó» la información sobre la «peligrosidad del Bidasoa» en el centro de atención a personas migrantes de Irun.
Antes, el 22 de mayo, había aparecido flotando en el agua el cuerpo de Yaya Karamoko, de 29 años, y natural de Costa de Marfil. El director de Migración y Asilo ha afirmado que «siempre queda el desasosiego cuando una persona pierde la vida por intentar alcanzar su sueño europeo» y que ante este drama de los que acaban muriendo «en el último escalón» de su difícil travesía, las instituciones vascas y las entidades sociales han creado en Euskadi «un sistema de respuesta ordenada y solidaria a los fenómenos migratorios». «Incluso más allá de nuestros ámbitos competenciales», apostilla.