Un conductor que circulaba bebido se estrelló en la madrugada de este sábado en Alcúdia al detectar un control de alcoholemia. El hombre quintuplicó la tasa máxima de alcohol y antes de ser interceptado colisionó con otro coche y se subió a la acera. La Policía Local de esa localidad, en estrecha colaboración con la Guardia Civil, decidieron montar un control sorpresa a las cuatro de la madrugada y la sorpresa fue suya cuando diez minutos después ya habían dado positivo nueve conductores.
Todos volvían de fiesta y siete de ellos fueron denunciados administrativamente y otros dos fueron citados en los juzgados porque habían dado más de 0,60 en la prueba de alcohol. Pero la noche prometía y y poco después los agentes detectaron, a unos 300 metros del control, que un conductor circulaba a una velocidad muy elevada. Cuando, de repente, reparó en las luces de emergencia de los policías y guardias civiles y se estrelló contra un turismo estacionado, al que ocasionó cuantiosos daños materiales. Sin embargo, el conductor no se detuvo y emprendió una huida durante un tramo, hasta que volvió a perder el control y se estrelló contra la acera.
Los agentes que estaban en el control procedieron a interceptar al varón, que presentaba indicios de encontrarse bajo los efectos de sustancias alcohólicas, y le hicieron soplar. El resultado fue una tasa de 0,90, lo que supone que prácticamente cuadruplicó el máximo permitido por la Ley. Tras el parón por el confinamiento debido a la pandemia, las distintas policías locales de la Isla y la Guardia Civil de Tráfico han detectado un incremento de los conductores que circulan bebidos.