«Jamás en la vida he tocado a mi hija, no soy capaz de hacer eso, estoy en contra de los abusos y del maltrato». Un hombre negó este miércoles en el juicio en la Audiencia de Palma haber realizado tocamientos a su hija, de nueve años, en su domicilio de Montuïri entre febrero y junio de 2013.
El fiscal pide una condena de 12 años de cárcel para el procesado por un presunto delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años y que indemnice a la perjudicada con 6.000 euros por daños morales.
El acusado, español de 59 años, explicó ante el tribunal que por aquellas fechas trabajaba todo el día en una empresa de jardinería y que cuando llegaba a casa su hija ya dormía. El hombre insistió en que nunca se quedaba a solas con la niña y atribuye la denuncia a que su expareja y ella querían que se marchara de la vivienda.
La madre de la menor relató que tuvo conocimiento de los hechos el 2 de febrero de 2017. «Cuando me enteré de los tocamientos le dije que no le dejaría volver a acercarse a mi hija», declaró.
El acusado le aseguró que no era verdad, que la niña se lo había inventado y le pidió que no le creyera. La madre preguntó a su hija que por qué no se lo había contado antes y la niña le respondió que su padre le coaccionaba. «No creo que salga de ella inventarse una cosa tan fuerte. Yo lo único que quiero es que todo esto termine y que ella esté bien».
La tutora de la niña observó que estaba triste, sus notas no eran buenas, y le preguntó a ver qué le pasaba. «Un día me dijo que quería hablar conmigo y al acabar la clase salimos al pasillo. Me comentó que había sufrido abusos, años atrás, por parte de su padre». Tres técnicas del Consell de Mallorca dieron credibilidad a la versión que ofreció la víctima.
La abogada del hombre pidió su absolución y señaló que la menor se inventó los abusos para que el acusado abandonara la planta baja en la que vivía con su madre en Montuïri.