Los cuatro senegaleses acusados de la violación brutal de una menor tutelada que se había fugado de un centro del IMAS le anunciaron que la habían drogado, antes de la agresión grupal: «Te hemos echado una pastilla de éxtasis en la copa, pero no te preocupes, te lo vas a pasar muy bien».
Tal y como desveló en exclusiva Ultima Hora, la víctima de 17 años no regresó a su centro de Santa Maria y el martes se juntó con una amiga que vive de okupa en Palma. Poco después quedó con otro conocido senegalés, de 32 años, para salir de fiesta por Magaluf. La subió en coche a ese núcleo turístico otro amigo llamado Ibra, que después se marchó, y ella siguió la juerga con el subsahariano y otros dos amigos también africanos. Fue entonces cuando le confesaron que le habían drogado con éxtasis.
El grupo se trasladó al hotel Vistasol, donde siguieron bebiendo y drogándose, aunque la menor comenzó a ponerse muy nerviosa porque estaban violentos y la manoseaban: «Te vamos a violar», le llegaron a espetar, mientras le quitaban la tarjeta SIM del móvil para que no pudiera pedir ayuda.
Con todo, la adolescente se las apañó para conectarse a la red Wifi de los apartamentos y pedir socorro a su monitora del centro de acogida, que dio la voz de alarma. Durante su secuestro en el cuarto, los acusados fueron abusando sexualmente de ella, a pesar de sus súplicas para que la dejaran tranquila. Ahora se investiga si durante aquellas interminables horas de cautiverio, la ‘manada' ofreció prostituir a la menor a turistas de la zona.