El volcán de La Palma mantiene su incesante actividad desde que surgió en la zona de Cumbre Vieja hace cuarenta días, aunque presenta un perfil de estabilidad en sus parámetros de sismicidad y emisiones que, sin embargo, no apuntan de momento a que esté próximo el fin de la erupción.
Esta «no da señales de cambio» por ahora, según la responsable de la red de Vigilancia Volcánica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Carmen López, que no ve signo alguno que apunte hacia el agotamiento del volcán.
La sismicidad es intensa, con bastantes sismos sentidos y sobre todo a profundidades de más de 20 kilómetros, y otros a entre 10 y 15 kilómetros.
Lo que también está claro es que este es el volcán más devastador de cuantos han surgido en los últimos cinco siglos en La Palma por la superficie que ha cubierto, más de 900 hectáreas, y se estima que ha emitido entre 50 y 100 millones de metros cúbicos de piroclastos y lava.
Junto al daño que produce, la erupción también atrae las miradas; de hecho se espera un lleno de visitantes en La Palma este largo fin de semana para ver el fenómeno, lo que no maquilla la afección a la actividad económica del turismo en la isla.
El turismo representa más del 20 por ciento del PIB de La Palma, y la ocupación media ha caído desde el 70 al 40 por ciento desde el inicio de la erupción, el pasado 19 de septiembre.
Los empresarios han pedido ayudas directas para todo el sector: establecimientos hoteleros y extrahoteleros, viviendas vacacionales y de turismo rural; empresas de alquiler de coches, agencias de viajes, restauración, comercio y autónomos.
Además de la afección económica, el volcán supone un reto para alojar a los casi 7.000 evacuados, de los cuales 454 están en hoteles provisionalmente.
El Gobierno de Canarias prevé que a finales de año o comienzos de 2022 todas las familias de La Palma estén instaladas en las 123 viviendas que adquirirá el Ejecutivo o en las viviendas prefabricadas que se instalarán.
Las primeras familias empezarán a finales de la semana que viene a dejar los hoteles para trasladarse a las 18 primeras viviendas, cuyos trámites administrativos para su adquisición definitiva ya se encuentran en sus fases finales.
Las ayudas para los afectados ya están en marcha y se están aligerando plazos para que se hagan efectivas en el mínimo tiempo posible, ha insistido el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres.
De la erupción en sí, preocupa especialmente el avance de la colada tres, que podría amenazar la carretera de acceso a Puerto Naos, localidad turística que no está en riesgo y que se encuentra lejos de este punto.
De esa colada tres se ha desprendido un pequeño apéndice, que es el que se dirige hacia las Majadas y que podría afectar a la carretera de acceso al núcleo turístico.
La calidad del aire ha mejorado en las últimas 24 horas, sin que se hayan rebasado los umbrales de dióxido de azufre en ninguna de las estaciones medidoras.
Se ha dispuesto un sistema de semáforos para informar puntualmente a la población sobre las condiciones del aire y los consejos asociados a cada nivel que serán difundidas por el 112 y los ayuntamientos.
La calidad del aire se calificará como buena (azul), razonablemente buena (verde), regular (amarillo), deficiente (naranja), muy deficiente (rojo) y extremadamente mala (morado).
La columna eruptiva de gases y cenizas alcanza los 3.300 metros de altura y las emisiones de dióxido de azufre en el penacho mantienen por quinto día consecutivo valores decrecientes, aunque aún altos con 15.000 toneladas diarias.
El enjambre sísmico asociado a la erupción se mantiene como en los últimos días, con una magnitud máxima de 4,2 y una intensidad de IV en una escala de XII en las últimas horas.