Condena de dos años de cárcel para Javier Rodrigo de Santos, pero muy lejos de los más de 90 que reclamaban para él las acusaciones particulares y los 20 que pedía la Fiscalía. La Audiencia Provincial de Madrid considera probado que el exconcejal de Urbanisme de Palma abusó de un preso que estaba bajo su tutela cuando trabajaba para una fundación que se encargaba de supervisar los permisos de los reclusos. Sin embargo, la condena se produce sobre un único episodio aislado contra uno de los dos denunciantes.
El tribunal considera que no hay pruebas suficientes de las acusaciones más graves contra De Santos y le absuelve de los delitos de agresión sexual. Los presos le acusaban de haberles obligado a mantener relaciones sexuales a la fuerza bajo la coacción de emitir informes negativos en su contra. «Es posible que sucediera, pero no estamos en condiciones para declararlo probado», señala el tribunal ante la inconsistencia en la declaración del principal denunciante.
Así, el episodio que sí se considera demostrado consistió en que De Santos aprovechó que otro recluso se encontraba durmiendo en casa del acusado para abalanzarse sobre él, besarle y obligar a que le tocara sus partes.
Esta es la tercera condena contra Rodrigo de Santos después de las que ya cumplió en Palma: una por gastar dinero del Ajuntament en burdeles masculinos y en cocaína y otra por abusos sexuales hacia varios menores. Ambas penas de prisión ya las tiene cumplidas. Esta resolución aún no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.