El impacto ayer por la tarde de un buitre negro de gran envergadura contra un A350 de Iberia, que cubría la ruta Bogotá (Colombia)-Madrid, obligó al piloto a practicar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que terminó con éxito y sin heridos.
Minutos antes de que el vuelo de Iberia del A350, bautizado como 'Juan Sebastián Elcano', tomara tierra en la pista 32L, el ave ha chocado contra el morro del avión rompiéndolo en una parte y quedando aplastado en el fuselaje, una zona importante porque es donde se ubica el radar.
No obstante, pese al impacto con el buitre negro, una de las aves más grandes y pesadas de Europa, con una envergadura media de 2,5 metros y hasta 12 kilos de peso, el avión ha aterrizado «sin novedad». «Se ha revisado pista y se transmite información al resto de tráfico en secuencia», ha informado Controladores Aéreos en redes sociales.
Tras el aviso, en tierra se ha activado la alarma protocolaria en este tipo de casos y el aterrizaje se ha producido sin problemas.
Halcones para despejar la pista
El impacto de aves de pequeño tamaño en aviones es algo habitual pero la colisión de otras más grandes como los buitres no son frecuentes y pueden general problemas para el pilotaje, que conlleva la puesta en marcha de un protocolo de emergencia con aterrizaje en la mayor parte de las ocasiones.
La presencia de este tipo de aves carroñeras cerca de los aeródromos supone un serio riesgo para la seguridad del tráfico aéreo. Por ello, Aena ha puesto en marcha programas de vigilancias en las inmediaciones de los aeropuertos españoles.
Como indican sus manuales de 'Medio Ambiente', «para combatir esta amenaza de forma natural se dispone de un servicio de control de fauna basado en técnicas de cetrería moderna». Por ejemplo, en el aeropuerto de Barajas hay más de 60 halcones adiestrados que se encargan a diario de «mantener el espacio aéreo de las pistas libre de aves».