La colada que se formó este jueves por unión de otras dos a la altura del barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, está «muy parada» y prácticamente no ha avanzado pero tiene «mucha presión» con la incorporación de nuevo material magmático que viene por detrás.
Así lo ha expuesto en rueda de prensa el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, quien ha señalado que la colada está detenida a la altura del colegio --la parte que queda sin derruir-- y «a la espera» de si reinicia su movimiento en dirección a la montaña de La Laguna o hacia el noroeste camino de la costa de Tazacorte.
Además, la otra colada que preocupa a los técnicos, la número 7, también está detenida a unos 120 metros de la costa, ha señalado, subrayando que la gente que fue evacuada en los barrios de Las Martelas, Marina Alta, Marina Baja, La Condesa y Cuesta Zapata no podrán volver a sus casas mientras siga saliendo lava porque «es una espada de damocles». «Lo tendremos que evaluar y ver lo que puede pasar en un futuro cercano», ha indicado.
Morcuende ha comentado también que hay 415 personas albergadas en los hoteles de Fuencaliente (359) y Los Llanos de Aridane (56) más otras seis dependientes en centros sociosanitarios, y se mantiene un dispositivo de seguridad de unas 700 personas.
Citando datos del catastro, ha apuntado que hay 1.280 edificaciones afectadas, de las que 1.030 se dedican a uso residencial, 132 agrícolas, 34 industriales, 30 de ocio y hostelería, 11 de centros públicas y 14 de otros usos.
Ha dicho que para este sábado se prevén lluvias al norte y noreste de la isla pero no en el valle de Aridane, algo que «complicaría la situación», dado que habría riesgo de escorrentías.
Sobre la calidad del aire, ha comentado que los niveles de SO2 (dióxido de azufre) están por debajo de los umbrales peligrosos para la salud y solo se han superado en las partículas PM10 por el movimiento de cenizas en las estaciones de Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane.
Carmen López, responsable de la red de vigilancia volcánica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Carmen López, ha comentado que el volcán sigue con mecanismo estromboliano y con los mismos centros de emisión aunque con piroclastos intermitentes y menos efusivos.
Ha confirmado que las coladas son más lentas y viscosas y el penacho de gases y cenizas alcanza los 2.800 metros del altura, con una nube de ceniza que va a hacia el sur, lo que permite la navegación aérea en la isla.
Ceniza fina en El Hierro, La Gomera y Oeste de Tenerife
Además, ha dicho que no se descarta que llegue ceniza fina a El Hierro, La Gomera y el oeste de Tenerife.
Cuestionada por la sismicidad ha comentado que la profunda poco a poco empieza a descender y se mantiene estable a niveles intermedios, con tremor volcánico alto y posibilidad de que haya sismos de intensidad 6.
Asimismo, y en comparación con el proceso eruptivo de El Hierro en 2011, ha comentado que el patrón de funcionamiento «es similar» pero no se pueden comparar porque allí fue más prolongado en el tiempo.
López ha explicado también que este jueves se midió una tasa de dióxido de azufre de 28.700 toneladas diarias, cantidad más alta que la de días precedentes, también sobreestimada, pero probablemente, «más cercana a la realidad».