Dos jóvenes han negado en el juicio en la Audiencia de Palma haber violado a dos chicas en un coche en un descampado de Génova en 2016. Los acusados han explicado que aquella noche estuvieron con un amigo y conocieron a las denunciantes en un bar de copas del Paseo Marítimo. Uno de los procesados cogió su coche, recogió a sus amigos y a las dos perjudicadas. Una de ellas se sentó en el asiento del copiloto y la otra detrás.
«Decía que quería conmigo y cuando llegamos a un sitio tranquilito cerca de Porto Pi le dije a mis dos amigos y a la otra chica que se bajaran del coche. Los dos íbamos borrachos, nos besamos, empezamos a tocarnos y yo eyaculé sobre su zona genital. Su madre le llamó al teléfono y nos fuimos hasta el Coll, que es donde me dijo que la llevara. Y desde ahí no la he vuelto a ver más».
«¿Por qué cree que la chica ha denunciado estos hechos?», ha preguntado la fiscal. «Tenía miedo de su madre porque eran las siete y pico de la mañana y para que no la regañara nos denunció», ha dicho el hombre. El otro investigado ha negado también la agresión sexual a las dos chicas. «Yo estaba en el asiento de atrás con un amigo y la otra joven». Ambos acusados han coincidido en que solo uno mantuvo relaciones con una de las denunciantes.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 6.00 horas del 18 de junio. Según la Fiscalía, los dos acusados, junto a dos amigos, conocieron a las dos jóvenes en un bar de copas de Palma y se ofrecieron a llevarlas en coche para dejarlas en sus respectivos domicilios. Una de ellas, según el escrito del Ministerio Público, tenía mucho sueño y aceptó la invitación.
Una vez en el vehículo, un Ford Focus, el conductor cambió de dirección y se dirigió hacia un descampado de Génova. Durante el trayecto, tanto el conductor como los otros tres jóvenes, manifestaron a una de las chicas: «O tu amiga que está dormida o a ti misma». La perjudicada protegió a su amiga, que se encontraba inconsciente, para que los cuatro hombres dejaran de manosearle los pechos.
Al llegar al descampado, los procesados y dos amigos que no han sido identificados se bajaron del coche y empezaron a masturbarse. A continuación, tras colocar a una de las chicas en el asiento del conductor en contra de su voluntad la desnudaron y la pusieron de espaldas en el exterior del vehículo. Uno tras otro comenzaron a violarla mientras la mujer solo pudo implorarles que parasen. En un momento dado, según la versión del ministerio público, alcanzó su teléfono móvil y simuló hablar con su madre. De esta forma consiguió que los procesados pararan y le acompañaran hasta su domicilio.
La víctima sufrió un intenso agobio y desasosiego que le produjo estupor y le hizo adoptar una actitud de sometimiento y pasividad, según el relato de Ministerio Fiscal. Los procesados se aprovecharon de su estado para forzarla. A consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió una erosión en el glúteo izquierdo, así como dolor en el brazo y precisó de asistencia médica.
La Fiscalía reclama una condena de 17 años de cárcel para cada uno de los acusados por un delito continuado de violación y otro de abuso sexual. Los dos hombres deberán indemnizar a una de las víctimas con 50.250 euros por los daños y las lesiones y a la otra con 1.000.