Una operación conjunta de los Mossos y la Guardia Civil ha permitido la detención de los cuatro integrantes de un grupo especializado en el robo de relojes de alta gama, en ocasiones con engañosos abrazos o con el uso de la violencia.
Los Mossos han informado este sábado en un comunicado de que la detención se produjo por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de Valls (Tarragona).
Los integrantes del grupo, de nacionalidad rumana, habían abandonado España tras cometer múltiples robos en varias localidades catalanas.
Sin embargo, una de las investigadas fue localizada en la localidad alicantina de Altea por agentes de la Guardia Civil, donde fue detenida por dos robos con violencia en Valls y varios más en la Comunidad Valenciana.
La detenida se encontraba en esa localidad acompañada por otros miembros de la banda dedicada a los robos, si bien estos no habían participado en ninguno de los cometidos en Cataluña.
La investigación del caso, indican los Mossos, comenzó a finales de julio de 2020, cuando se detectaron diversos robos violentos por parte de un grupo de cuatro personas de origen rumano, especializadas en el robo de relojes y joyas mediante el método del abrazo y tirones bruscos.
La Policía explica que los integrantes del grupo se reunían a primera hora de la mañana y se desplazaban en coches ocupados por entre dos y cuatro personas, que se repartían el trabajo: los hombres hacían de conductores y las mujeres asaltaban a las víctimas.
Los detenidos, que buscaban sobre todo relojes de alta gama, seguían con el coche a las personas que portaban uno hasta el domicilio de la víctima, donde se acercaba a ellas una mujer para hacerle una pregunta, distraerla, cogerle del brazo con alguna excusa y robarle.
Los Mossos precisan que si la víctima se resistía o se percataba del engaño, le robaban el reloj con violencia. Además, el uso de las mascarillas les permitió preservar su identidad pues luego las personas que habían sufrido un robo tenían dificultades para identificarles en comisaría.
Ese fue el caso de dos robos registrados en Valls, donde hicieron uso de una alta carga de violencia.
La investigación sobre esta banda comenzó en octubre de 2020, cuando los integrantes del grupo se habían ido de España.
Finalmente, el pasado 15 de septiembre se comprobó la presencia de una de las integrantes en Altea junto a otros miembros de la banda, localidad en la que llevaron un robo especialmente violento.
El día 26 de septiembre, la Guardia Civil la detuvo por esos hechos y por la orden emitida por el juzgado de Valls.
Los detenidos pasaron a disposición del juzgado de guardia de Benidorm, que decretó su ingreso en prisión.
Esta mujer es de nacionalidad rumana y tiene 27 años. Sobre ella pesan cuatro antecedentes en el cuerpo de los Mossos por casos similares.
A los detenidos se les imputan hechos delictivos cometidos en Valls, Barcelona, Sant Pere de Ribas, Sitges, Vilanova i la Geltrú, Calella, y Segur de Calafell.
Todos ellos tenían la capacidad de una gran movilidad en el ámbito internacional y se desplazaban por toda Europa. De hecho, han sido detenidos en Francia, Bélgica, Países Bajos, Alemania y Reino Unido.
La Policía catalana incide en que estas detenciones están relacionadas con el trabajo hecho por los Mossos en los últimos meses para desarticular una batería de clanes familiares de origen rumano también especializados en robos con abrazos a las víctimas.
La investigación policial sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones de personas que, de forma ocasional, se desplacen a Cataluña.
En los últimos meses, el grupo de multirreincidentes de los Mossos ha detenido a trece personas, siete de las cuales ingresaron en prisión.