En sólo once días, en aguas de Mallorca han aparecido flotando cuatro cadáveres en avanzado estado de descomposición. Tres de ellos parece ser que son de varones y el otro de una mujer.
La Guardia Civil está investigando los tres casos, pero hay cierta extrañeza por el hecho de que en tan poco tiempo hayan aparecido tres cuerpos sin vida, y sobre todo por el hecho de que llevaban un tiempo en el agua, dado su estado de deterioro.
El primer hallazgo se produjo, por parte de los tripulantes de una embarcación, el pasado lunes 27 de septiembre, a una milla de la bahía de Palma, a la altura de Can Pastilla. Se trataba de una mujer embutida en una especie de traje negro, que parecía un neopreno de submarinista. La autopsia confirmó que la causa de la muerte era el ahogamiento, y que llevaba más de una semana en el mar. Sin embargo, en Mallorca no había ninguna denuncia por desaparición que encajara en este perfil.
Este pasado miércoles día 6, mientras la Guardia Civil y Salvamento Marítimo buscaban a inmigrantes desaparecidos el lunes en Cabrera, se localizó otro cuerpo sin vida, también en avanzado estado de descomposición y que no se correspondía con ninguno de los magrebíes que estaban siendo buscados.
Este jueves por la mañana, de nuevo un particular ha detectado un bulto flotando en la zona del Cap Blanc -escenario de numerosos suicidios- y ha avisado a la Guardia Civil. El cuerpo estaba muy consumido y ya se ha iniciado una investigación para identificarlo.
Por la tarde, ha aparecido otro cuerpo sin vida en avanzado estado de descomposición, en el litoral de Cala Figuera.
¿Qué está pasando? Los expertos apuntan a que las corrientes podrían haber traído en las últimas semanas a personas que naufragaron en el Mediterráneo, presumiblemente en pateras. Pero hay algunos detalles que no acaban de cuadrar en esta teoría. La Policía Judicial de la Benemérita trata, ahora, de aclarar el misterio de los tres cadáveres.