Amanecer abrupto para los vecinos de la barriada de Sant Jordi, en Palma. Un joven que supuestamente volvía de una fiesta loca en una casa donde habitualmente se organizan auténticas bacanales, junto a las vallas del aeropuerto de Son Sant Joan, ha «enloquecido» esta mañana del sábado en plena calle y ha despertado a numerosos vecinos, con sus gritos y alaridos.
Los residentes pensaban que se trataba de un atropellado y han corrido en su auxilio, pero después han comprado que el muchacho no estaba herido. Hablaba en inglés, aunque al parecer es español, y cuando le han preguntado de dónde venía ha asegurado que: «De Portugal».
Un policía local se ha lesionado cuando trataba de calmarlo, ya que corría de un lado para otro desesperado y se temía que pudiera darle un síncope. La Policía Nacional también se ha desplegado en Sant Jordi, para apoyar a sus compañeros del cuartel de San Fernando.
De un tiempo a esta parte, los vecinos denuncian fiestas salvajes en la citada casa y que a primera hora de la mañana, cuando acaban, los participantes cogen el autobús en un estado lamentable, la mayoría de ellos bajo los efectos de sustancias estupefacientes.