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Polémica por la puesta en libertad de uno de los principales sospechosos del crimen de la Platja de Palma

La Fiscalía holandesa, sorprendida por la decisión del juez de dejar libre a uno de los detenidos por provocar la muerte de Carlo Heuvelman

Homenaje que le realizaron días después de su muerte a Carlo Huevelman en el lugar de la agresión.  | J.P.M.

| Palma |

Sorpresa e indignación. Uno de los considerados por la Fiscalía holandesa como autor de la agresión que acabó con la vida de Carlo Heuvelman en la Platja de Palma el pasado 14 de julio ha sido puesto en libertad por orden de un juez. Este hecho ha provocado que el Ministerio Público mostrase su decepción al considerar a Lukas O., de 18 años, coautor del crimen y, además, se sospecha que tuvo una participación activa en otras agresiones físicas esa misma noche con otros turistas.

Junto a este acusado también quedaron en libertad los dos últimos arrestados, que fueron apresados este pasado miércoles. Ahora, después de esta decisión judicial, continúan cinco sospechosos en prisión preventiva. La investigación no está cerrada ni mucho menos.

Según distintos medios holandeses no se descarta que tenga lugar una novena detención en base a las nuevas pistas que han ido apareciendo en los últimos días, sobre todo tras la aparición del padre de Carlo en un programa de televisión el pasado martes por la noche. En su intervención hizo un emotivo llamamiento a los testigos que todavía no han hablado con la policía que lo hagan. Y horas después uno de los que creen los investigadores que puede arrojar luz sobre el suceso se presentó en dependencias policiales para entrevistarse con los agentes de policía a cargo del caso.

Aun así se espera que otras tres personas que se encontraban en la zona en el momento de la agresión, y de las que la policía ha podido visualizar en imágenes que tiene en su poder, también acudan a ofrecer información sobre lo ocurrido.

Conmoción

La trágica muerte a manos de sus propios compatriotas de Carlo Heuvelman, de 27 años, provocó una gran conmoción en Países Bajos. Varios periodistas neerlandeses se desplazaron a Mallorca para vivir in situ el devenir de las investigaciones, que posteriormente pasaron a ser potestad de la policía holandesa.

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