Armado con un cuchillo y amenazando con tirarse al vacío desde un quinto piso. Así recibió un hombre, de nacionalidad marroquí, a los agentes de la Guardia Civil la noche del pasado domingo en Inca cuando fueron a detenerle por haber quebrantado una orden de alejamiento por tercera vez en tres días.
El suceso se remonta a las 22.00 horas del domingo. Una patrulla de la Guardia Civil que se encontraba realizando un servicio de protección a una víctima de violencia de género se dio cuenta de que el varón, que tenía una orden de alejamiento respecto a su expareja, se encontraba en la terraza colindante al piso de la mujer.
Al comprobar que había sido detectado por los agentes se encaramó en el muro del balcón y amenazó con lanzarse al vacío si se le detenía. Mientras esto ocurría el individuo aguantaba un arma blanca en su mano.
Tras dos horas de intensa negociación, con participación incluida de un agente de la Benemérita que maneja el idioma bereber, se consiguió establecer una relación de confianza con el hombre, que finalmente se entregó sin ofrecer más resistencia ni lamentar daños personales.
El varón, de 34 años, tras ser arrestado fue conducido al Área de Psiquiatría del hospital de Inca, donde fue dado de alta al día siguiente y fue enviado a prisión tras ser puesto a disposición del juzgado de guardia.