Agentes de la Policía Nacional detuvieron a un ecuatoriano, de 26 años, por retener en el interior de un bar a tres personas en contra de su voluntad. Los hechos sucedieron en la madrugada del jueves al viernes, concretamente a las 03.30 horas, en un bar de la calle Manacor, en Palma.
El local, muy frecuentado por sudamericanos, fue señalado en numerosas llamadas de vecinos a los equipos de emergencia, por la presencia de una mujer, alterada y nerviosa, que daba golpes en la barrera metálica del establecimiento.
A su llegada, las primeras patrullas se entrevistaron con la mujer, quien relató a los policías que había recibido la llamada de su pareja sentimental y que ésta le había dicho que estaban ‘secuestrados' dentro del establecimiento en contra de su voluntad.
Instantes después, aparecieron dos hombres, uno de ellos, la pareja de la mujer que estaba con los agentes. Ambos contaron que, unas horas antes, con un pretexto absurdo, el dueño del local les llamó para que acudieran a su encuentro. Todo ello fuera del horario permitido de apertura.
Una vez allí dentro, el propietario de la cafetería bajó la barrera con ellos dentro (dos varones y una mujer embarazada). Acto seguido, cogió un cuchillo de grandes dimensiones y les amenazó de muerte. Su intención era «saldar cuentas» por un tema de celos y amores del pasado.
Finalmente, al enterarse que la policía estaba en camino, les dejó machar y él se dio a la fuga. Los agentes iniciaron una batida por las inmediaciones y al localizar al sospechoso trató de huir. Tras una intensa persecución, el ecuatoriano fue interceptado y detenido por varios delitos, entre ellos, detención ilegal.