El incendio forestal que se desató este sábado tarde en Santa Coloma de Queralt (Tarragona) sigue avanzando sin control por la comarca barcelonesa de Anoia avivado por el viento, tras haber calcinado casi 1.400 hectáreas y provocado desalojos de masías y urbanizaciones, así como el confinamiento de dos poblaciones amenazadas por las llamas.
El fuego, que podría haberse originado por una colilla o un chispazo procedente de un vehículo, ha llevado esta tarde a una situación crítica a los equipos de extinción, ante el temor de que siga avanzando hacia el municipio de Sant Martí de Tous y llegue a engullir un perímetro de 5.000 hectáreas.
El viento de sur que ha empezado a soplar al mediodía ha obligado a los bomberos a redoblar sus esfuerzos para impedir que las llamas se extendieran hacia el norte: así han logrado que el fuego ralentizara su avance, aunque se han registrado algunos rebrotes preocupantes en algunos puntos.
Con todo, los equipos de extinción confían que la meteorología se alíe con ellos para frenar el fuego, puesto que las previsiones auguran que el viento amainará al caer la noche, igual que las temperaturas, y apuntan a la posibilidad de lluvias, hacia el mediodía de mañana.
Hasta el mediodía, el incendio había obligado a desalojar 168 personas, entre vecinos de las masías cercanas y niños y monitores que pasaban unos días en casas de colonias.
A última hora de la tarde, ha sido necesario desalojar también la urbanización Ca n'Aubereda de Sant Martí de Tous y ordenar el confinamiento de los vecinos de este municipio, de 1.200 habitantes, y de la población vecina de Santa Maria de Miralles, de unos 130, debido a la proximidad del fuego y a la humareda generada.
Según cálculos provisionales de los Agentes Rurales, en el incendio han ardido 1.372 hectáreas, 1.013 de ellas forestales -933 pertenecientes al espacio protegido del Sistema Prelitoral Central-, 354 de terreno agrícola y cinco de suelo urbano.
Los Mossos d'Esquadra y los Agentes Rurales, encargados de investigar las causas del incendio, han logrado delimitar ya el punto en el que se inició, junto al arcén de la carretera C-241 a su paso por Santa Coloma de Queralt, gracias a los vídeos y testimonios de que disponen del momento en que prendieron las primeras llamas.
Por el lugar en que se inició, la hipótesis más probable es que el incendio no sea intencionado, sino que lo provocara una colilla mal apagada arrojada a la carretera por el ocupante de un vehículo o un chispazo generado por el motor de un automóvil o maquinaria o por la rozadura de un neumático sobre el asfalto.
El fuego ha provocado una enorme humareda visible desde distintos puntos de Cataluña e incluso desde Barcelona y su área metropolitana, cuyos vecinos han amanecido sorprendidos por un cielo oscuro, olor a quemado y, en algunos casos, restos de ceniza sobre el suelo o los coches.
Las tareas de extinción del incendio han movilizado a 138 dotaciones terrestres, a las que se han sumado 26 dotaciones de la Unidad Militar de Emergencias (UME), así como 18 medios aéreos, nueve de los cuales del Ministerio de Transición Ecológica, lo que supone cerca de 700 personas movilizadas para parar el fuego.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, se han puesto en contacto telefónicamente este domingo y han compartido su preocupación por la «crítica» situación del incendio forestal, al tiempo que han evaluado los medios que serían necesarios para sofocarlo.
Aragonès, que ha desvelado que el Gobierno le ha ofrecido todo el apoyo necesario para luchar contra este incendio, el más grave de los registrados este verano en Cataluña, ha pedido a los catalanes que actúen con «toda la prevención» y extremen las precauciones para evitar incendios forestales.
De hecho, el fuego de Santa Coloma ha coincidido con otros dos en el Empordà originados en los últimos días, lo que llevó anoche a Protección Civil a activar en fase de alerta la emergencia del plan especial INFOCAT, dada la magnitud y simultaneidad de los incendios.
No obstante, a lo largo del día de hoy se ha podido estabilizar el incendio declarado ayer en Ventalló (Girona), que ha arrasado 52 hectáreas, y dar por controlado el que se inició el pasado jueves en Torroella de Mongrí (Girona). Ambos han sufrido pequeños rebrotes esta tarde por el fuerte viento.