El joven colombiano de 19 años detenido por la brutal agresión a un sanitario en el Metro de Madrid que le llamó la atención por no llevar la mascarilla y que este miércoles ha ingresado en prisión, ya fue arrestado en 2020 en la Estación Intermodal de Palma. En aquella ocasión, le intervinieron móviles robados, una cámara de fotos y una pistola simulada.
Los hechos, de los que informó en su día Ultima Hora, ocurrieron el pasado día 1 de julio a las 6.45 horas, cuando un joven fue interceptado por los servicios de seguridad privada porque estaba intentando forzar un torno de la Intermodal, en la plaza de España, en Palma.
Los vigilantes contactaron con la Policía Nacional y cuando una patrulla llegó a la estación se encontraron con que el sospechoso llevaba una mochilla con cuatro teléfonos móviles, una cámara fotográfica y una pistola, que resultó ser simulada. Según su versión, el arma la había encontrado en una casa en la que entró para okuparla y los teléfonos se los habían regalado. Sin embargo, según informaron en fuentes judiciales, parece ser que uno de ellos constaba como robado. Así pues, el acusado, que por entonces tenía 18 años, fue arrestado y después quedó en libertad. Ahora, el colombiano ha vuelto a ser noticia, esta vez a nivel nacional, porque atacó con un puño americano a un sanitario que le recriminó que no llevara la mascarilla en el Metro de Madrid, en la Línea 1, en Alto Arenal (Vallecas). La víctima está hospitalizada en el 12 de Octubre y ha perdido de momento la visión de un ojo.
Residió durante una temporada en Palma, hasta que se marchó a Vallecas
Fuentes judiciales han explicado que el acusado de la agresión del Metro de Madrid vivió un tiempo en Palma, aunque no le consta un domicilio fijo porque por lo visto dormía en casas abandonadas. Después, el joven dejó la Isla y se instaló en Madrid, en concreto en la zona de Vallecas. Está en situación irregular y un juzgado de Palma lo puso en busca y captura para declarar por los robos con los que se le relaciona. También otro juzgado de Alicante emitió una orden de detención contra él por distintos actos delictivos. Tras hacerse viral el vídeo del Metro, el acusado se tiñó el pelo e intentó cambiar de imagen para huir de Madrid y esconderse en casa de algún amigo.